Wall Street mantiene la mirada fija en los datos de inflación. Precios al consumo que son el ámbito central de las decisiones de la Fed y que no terminan de corregirse como al banco central le gustaría atendiendo a las continuadas y décimas subidas de tipos consecutivas que se han producido en Estados Unidos desde hace ya más de un año.
Así los datos de inflación de abril al otro lado del Atlántico nos muestran cómo la inflación marca niveles con la caída del 5%, con un 4,9% de tasa interanual, tras subir en el mes un 0,4%, mientras que la tasa subyacente crece lo mismo, esas cuatro décimas en abril, hasta colocarse en niveles interanuales del 5,5%.
Crecen, por tanto, menos de lo esperado y marcan de esta forma diez meses consecutivos a la baja para este indicador, y el mercado respira: se relajan las expectativas de nuevas subidas de tipos de la Fed, pero todavía los precios siguen muy por encima de lo que ya deberían haberse corregido con el aumento de tipos. Y esto se regla en las caídas del treasury dos años americano por debajo del 4% tras la publicación.
Hoy llega la fase dos de esta semana marcada claramente por la inflación, porque conoceremos los precios al productor, otra referencia básica para calibrar los precios por parte de la Reserva Federal americana. Algo que parece centrar las preocupaciones, aunque sin desviar la vista del techo de deuda, una vez que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen destacaba el lunes que no elevar ese techo no supondría una ‘catástrofe económica’ mientras que destacaba que no se prohibirán las posiciones cortas sobre los bancos regionales.
Y es que ese sigue siendo un foco reiterado de atención con un sector financiero que se mueve en la incertidumbre, en modo montaña rusa de nuevo. Así el mundo en Wall Street se divide en dos: los que consideran que lo peor ha pasado y los que no, y parece que a tenor de los cambios de signo continuos que vemos en esas entidades, van ganando los segundos.
Ese es el panorama que, en modo subyacente, sigue siendo el mismo, a decir de Northwestern Mutual, con una economía que se muestra resiliente, en especial con los informes de empleo que como vimos la pasada semana siguen desafiando a la gravedad y la caída en el sector manufacturero.
Y es que en el fondo todos quieren ver lo mismo: un antes que un después para el impás de la Fed en la subida de tipos, lo que no significa que se vaya a producir en el más corto plazo, ni mucho menos. Y la inflación cerrará esta semana su círculo infernal con sus aportaciones, ya que será crucial para ver qué hará la Fed en el futuro.
Desde Morgan Stanley consideran que los inversores ven…lo que quieren ver, por tanto, las acciones, dice su estratega de renta variable Mike Morgan, mantienen una visión optimista de la Fed ante un posible recorte en los tipos. Desde la firma no esperan que esa posibilidad se produzca, al menos en 2023. Y considera que al final, esta expectativa terminará decepcionando, con más dolor en forma de caídas, al mercado.
Según los Indicadores de Fuerza Premium que elabora Estrategias de Inversión, el DOW JONES Ind Average permanece fuerte al igual que el S&P 500 mientras que sigue ganando la partida, a nivel técnico, un NASDAQ 100 que se mantiene en un nivel muy fuerte, el mejor.
Así en el caso del selectivo de 30 valores destaca un medio plazo fuerte con largo plazo neutral en una operativa que se basa en ruptura de resistencia y bajo el riesgo de que se produzca una falta ruptura de esa resistencia.
Para el S&P 500 la fortaleza se mantiene, a medio y largo plazo, pero hay que indicar que viene de un nivel muy fuerte que ha quebrado, con operativa en compra en soportes y ruptura de resistencias y riesgo de acumulación de excesos y de figuras bajistas. En el Nasdaq 100, observamos que mejora su situación con un medio plazo muy fuerte y un largo plazo que se mantiene fuerte en el indicador tecnológico y de innovación.