Xiaomi estaba llamada a hacer historia en la Bolsa de Hong Kong. Y lo ha hecho, pero no como ella se esperaba. Los título de la firma de teléfonos inteligente no han tenido el recibimiento deseado y ha terminado su primera sesión bursátil con una caída del 1,29%, que en datos intradía llegó a caer más de un 5%.
Xiaomi puso en el ruedo 2.200 millones de acciones en la Bolsa de Hong Kong. Con esta apuesta pretendía recaudar unos 4.700 millones de dólares y alcanzar un valor de 54.000 millones, muy lejos de los 100.000 millones de dólares hacia los que apuntaba en un comienzo.
Nada más arrancar la sesión bursátil, las acciones del quinto fabricante mundial de teléfonos bajaron un 2,9% y se cotizaron a 16,5 dólares de Hong Kong, e incluso llegaron a caer hasta más de un 5% en algunos momentos de la jornada, tal y como recoge EFE.
Mala acogida
El fundador de la firma, Lei Jun, se escudó en que la mala acogida se debió a las condiciones macroeconómicias, que están lejos de ser ideales.
También reconoció que la situación actual es crítica por las relaciones comerciales chino-estadounidense. No obstante, Lei se mostró convencido de que una empresa como Xiaomi puede "afrontar el desafío y diferenciarse" y agradeció el apoyo de los "más de 100.000 inversionistas".
Xiaomi obtiene el 70% de sus ingresos de la venta de teléfonos inteligentes, mientras que el resto procede de aparatos inteligentes integrados en sus móviles, como televisores, drones, dispositivos de realidad virtual o purificadores de aire.
El gigante chino comenzó a crecer gracias al bajo coste de sus dispositivos, que ofrecen prestaciones similares a las de las marcas occidentales. Pronto, la “feroz competencia” de otras marcas chinas como Oppo y Vivo obligaron a la compañía a virar su estrategia hacia la mejora de su tecnología, la expansión a nuevos mercados y la ampliación de su distribución en tiendas físicas.