Nuevo récord de beneficios en la banca en plena subidas de tipos. Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido de 9.605 millones de euros en 2022, lo supone un 18,2% más que un año antes y bate las ganancias históricas logradas en 2007, antes de la última crisis financiera.
La cuenta se apoyó en el crecimiento del margen de intereses, que mide el negocio típico y que creció un 15,7% gracias al impulso de las subida de tipos en Reino Unido, la eurozona, Polonia y otras geografías en las que opera el grupo. Esta partida aumentó un 9% en España, aunque aún no recoge al completo las alzas del precio del dinero del BCE, que podrá llevar los tipos al 3% en la reunión de hoy. Santander estima que podría obtener entre 2.000 y 2.500 millones de euros extra en el margen de interes en el próximo año por las subidas del precio del dinero.
"En 2023, esperamos que los bancos centrales y los gobiernos sigan priorizando la reducción de la inflación. Nuestros equipos tienen gran experiencia en gestionar con éxito este tipo de entorno, por lo que esperamos que el crecimiento de los ingresos compense el aumento de los costes por la inflación y el aumento previsto del coste del riesgo", dijo Ana Botín, presidenta de Banco Santander.
El fuerte repunte de la inflación provocó un aumento generalizado de los costes, que se elevaron un 11,6% e impidieron al grupo lograr su meta de eficiencia del 45%. Esta ratio, que mide el nivel de ingresos sobre gastos, cerró 2022 en el 45,8%.
Las dotaciones pesaron contra la cuenta, al crecer casi un 50% respecto a 2021, cuando el grupo liberó provisiones en países como Reino Unido y Estados Unidos. Santander realizó además dotaciones adicionales por la actualización de las previsiones macroeconómicas, "reflejo de su prudencia dada la incertidumbre económica", concretó.
Rentabilidad y dividendo
La rentabilidad sobre patrimonio tangible, conocida como ROTE, alcanzó el 13,4%, logrando el objetivo para 2022. Para este año, el grupo ambiciona una ROTE superior al 15% y elevar los ingresos a doble dígito aprovechando las subidas de tipos, sobre todo del BCE.
De acuerdo con la política de retribución al accionista para 2022, el consejo de administración del grupo aprobó el primer dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio, con dos componentes: un pago en efectivo de 5,83 céntimos de euros por acción, pagado el pasado 2 de noviembre y superior en un 20% al pago equivalente de 2021, y un programa de recompra de acciones de hasta 979 millones de euros, que se completó el 31 de enero de 2023. Con ello, la remuneración total del primer pago a cargo de los resultados de 2022 estuvo por encima de los 1.900 millones de euros (un 16% más que el de 2021).
Si se aplica la misma ratio de reparto de dividendo en el segundo pago contra los resultados de 2022, el dividendo en efectivo por acción total del pasado ejercicio aumentaría el 16% en comparación con el año anterior y la rentabilidad equivalente del dividendo más la recompra de acciones estaría por encima del 8%, indica la entidad.