El Banco de España (BdE) ha revisado al alza su previsión de déficit para 2019 y estima que terminará el año en el 2,5% del PIB, una décima por encima del peor escenario que manejaban en diciembre, lo que supone un desfase en las cuentas públicas del país de unos 30.000 millones de euros, debido principalmente a las medidas de gasto aprobadas por real decreto-ley por el Gobierno de Pedro Sánchez.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha explicado durante la presentación de las Proyecciones Macroecónomicas que su pronóstico sólo se ha aumentado en una décima porque ha habido medidas que de forma aislada podrían haber conseguido rebajar el déficit, pero que se han compensado con otras que han disparado el gasto.
En la parte positiva ha señalado la subida de las bases máximas de cotización (un 7%), así como el hecho de que se ha producido una actualización de los datos de recaudación que han sido positivos en la recta final de 2018.
Sin embargo, "los viernes sociales" de Pedro Sánchez, es decir, "las medidas que se han aprobado por real decreto-ley" en los últimos Consejos de Ministros "suponen un mayor gasto" al sumar el impacto de todas ellas. Algunas ya estaban cuantificadas en sus anteriores previsiones, pero se han incorporado algunas nuevas como la extensión del subsidio de desempleo a mayores de 52 años,
Un segundo factor negativo que contribuirá a engordar el déficit es que, aunque el PIB en términos reales va a mantener el crecimiento que se preveía en diciembre (2,2% en 2019, 1,9% en 2020 y 1,7% en 2021), en términos nominales han rebajado sus expectativas de crecimiento 3 décimas para este año (3,6% en 2019 y 3,5% en 2020 y 2021).
El BdE se muestra "insatisfecho" con que el déficit sólo se reduzca en 2 décimas en 2019, a pesar del contexto favorable
Esta revisión a la baja se debe a que el Banco de España se muestra cauto en la senda de inflación prevista para los próximos meses.
"En 2018 buena parte (del crecimiento de la inflación) vino explicado por el componente energético, pero a futuro pensamos que va a tener un papel marginal en los precios", para los que esperan una recuperación gradual "en la medida que crezcamos por encima del potencial", ya que se producirán tensiones inflacionistas.
El Gobierno había adelantado que el déficit público cerraría 2018 en el 2,7% del PIB, pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado hoy en una entrevista en la Cadena SER que posiblemente acabará por debajo de esa cifra.
Arce ha afirmado que en caso de que terminará en el 2,7% y en 2019 cerrará en 2,5%, "reducir solamente dos décimas ese déficit, que es uno de los más altos de la zona euro, nos dejaría insatisfechos", y ha explicado que teniendo en cuenta un "entorno macro positivo" una reducción tan leve se explicará por una política fiscal "claramente expansiva y procíclica", es decir, "que se hayan introducido estímulos en un periodo favorable".
El alza del SMI destruye empleo pero mejora la productividad
El Banco de España se muestra positivo respecto al empleo, ya que cree que seguirá creciendo a tasas elevadas, próximas al 2%, lo que permitiría conseguir nuevas rebajas en la tasa de paro hasta situarla ligeramente por encima del 12% en 2021, aunque señala que crecerá a menor ritmo que el PIB debido al efecto del alza del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Una derivada positiva de la subida del SMI es que la productividad "experimentará un repunte", ya que esa destrucción de empleo producida por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) será de puestos de trabajo menos productivos, con lo que su desaparición elevará la productividad media general del tejido empresarial español.
"Lo que hemos visto en el mes de febrero no desmiente nuestra previsión (destrucción de 125.000 puestos de trabajo). Aquellos colectivos que identificábamos como más expuestos para perder el empleo por la subida del SMI son los que se han visto más afectados en febrero, así como las provincias en las que hay mayor proporción de empleados cobrando el SMI", ha afirmado, aunque insiste en que "es temprano" para sacar una conclusión.
El ahorro, en mínimos
Al enumerar los riesgos a los que se enfrenta la economía española, el BdE ha señalado como un motivo de preocupación que el nivel de ahorro de las familias españolas sea "muy inferior al que existía antes de la crisis".
Ha señalado que "los hogares están recurriendo al crédito para financiar sus compras de bienes de consumo", a pesar de que se está produciendo una subida en los salarios (de entorno al 2,2%) que consideran "inquietante" porque "no está muy alineada con las condiciones específicas de cada empresa o sector".
"Se está produciendo un desacople entre los costes salariales y su productividad. Este desacople nos preocupa en un contexto donde los riesgos para la economía española son claramente a la baja", apuntan.
Les preocupa también la incertidumbre que existe en el país sobre el futuro de las políticas económicas, ante la falta actual de Gobierno, así como amenazas internacionales como el brexit y la posibilidad de que se apliquen medidas proteccionistas adicionales en un contexto internacional de desaceleración.