El Banco de España no ha querido entrar en la polémica que ha surgido este martes cuando la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, le ha exigido durante la rueda de prensa para presentar los datos de empleo del mes de mayo que pida perdón por su error al haber pronosticado que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) destruiría 125.000 empleos este año, algo que en su opinión no se ha producido.
La institución que lidera Pablo Hernández de Cos no ha querido hacer comentarios oficiales a raíz de la controversia, pero fuentes del organismo han recordado a Vozpópuli que su cúpula ya ha explicado en otras ocasiones que hasta finales del año 2020 o incluso principios de 2021 no dispondrán de los datos necesarios para poder concluir con rotundidad si la subida del SMI ha tenido algún impacto o no en el mercado de trabajo, y por tanto si se han cumplido o no sus pronósticos.
La espera hasta entonces se debe a que el Banco de España analiza el mercado laboral a partir de la extracción de un agregado de microdatos de los informes de vidas laborales, que reciben cada año en torno al verano con información del año anterior. En verano de 2019 recibirán los datos a cierre de 2018 y en verano de 2020 obtendrán los de 2019 -el primer año en el que ha estado en vigor el SMI de 900 euros mensuales-, con lo que hasta noviembre o diciembre de ese año o incluso enero del siguiente no podrán hacer públicas las conclusiones.
Aseguran que utilizarán exactamente la misma técnica y los mismos datos que han venido usando en el pasado, lo que les permitirá hacer una comparativa con rigor.
Microdatos para analizar colectivos vulnerables
Esos microdatos les permiten conocer las condiciones de grupos de población reducidos segmentados por edad, por actividad económica, por provincia, etc., por ejemplo pueden conocer cómo ha evolucionado el empleo entre los menores de 25 años, residentes en la provincia de León y que se dedican a la agricultura, cuyo empleo está más relacionado con el salario mínimo, y así con todos los grupos que consideran que pueden estar en riesgo.
La polémica viene desde que en enero de este año el Banco de España publicó un informe en el que analizaba el impacto que había tenido la anterior subida del SMI en la vida laboral de los trabajadores a los que afectó, y extrapoló esos resultados a lo que podría ocurrir en esta ocasión, lo que les llevó a deducir que se podrían destruir hasta 125.000 empleos en España.