Economía

El coche eléctrico demanda seis veces más minerales que el de combustión

El coche eléctrico va a generar una dependencia de los minerales aún más crítica que la del coche de combustión con el petróleo

  • La fabricación de baterías implica una alta demanda de materias primas minerales.

La dependencia del petróleo que hemos vivido desde que el automóvil empezó a desarrollarse a gran escala está viviendo una transformación con la llegada del coche eléctrico. Ésta va a provocar un trasvase de dependencias que apunta a ser más crítica que la del propio petróleo. Y es que la producción de un coche eléctrico demanda seis veces más cantidad de materias primas minerales frente al convencional de motor de combustión interna; algo que también sucede en las plantas eólicas, en las que el volumen mineral utilizado es hasta nueve veces mayor respecto a las centrales de ciclo combinado de gas natural.

En un informe elaborado por el catedrático Mariano Marzo, recientemente publicado por la Fundación Naturgy se advierte de que la transición energética puede multiplicar por seis veces la demanda de minerales críticos para cumplir los objetivos de descarbonización. El litio, níquel, cobalto, manganeso y grafito son elementos "cruciales para el rendimiento, longevidad y densidad energética de las baterías".

Las tierras raras son una serie de elementos químicos "esenciales" para la fabricación de muchos productos modernos como las turbinas eólicas y los motores de los vehículos eléctricos; ordenadores, a la vez que las redes eléctricas necesitan una gran cantidad de cobre y aluminio. Todo ello, alerta Marzo, son ejemplos de la nueva dependencia que la descarbonización puede generar.

"La gestión de los impactos ambientales, económicos, sociales y geopolíticos a lo largo de toda la cadena de valor de las nuevas materias primas para la transición energética -desde su extracción y procesado hasta su reciclado final- constituye un enorme desafío”.

El informe reitera que "el cambio a un sistema energético descarbonizado disparará la demanda de minerales críticos para las nuevas tecnologías bajas en carbono, como las placas fotovoltaicas o las baterías".

En función del escenario de reducción de emisiones que se considere en 2040, la demanda mundial podría multiplicarse de cuatro a seis veces respecto a la actual, por lo que "se requiere una planificación adecuada para garantizar su suministro".

“Los minerales críticos pasarían de representar un 11% del total del valor del comercio internacional de materias primas energéticas en 2019, al 47% en 2050". Por otra parte, "los combustibles fósiles evolucionarían en sentido inverso, pasando de un 89% a un 18%”, según el documento.

Problemas con el litio

Uno de los más problemáticos es el litio, cuya limitada producción a nivel mundial, junto a la problemática de su extracción, podría ser insuficiente para sustituir los más de mil millones de coches de combustión que circulan en el mundo.

Ya lo avisaba meses atrás Carlos Tavares, consejero delegado del grupo automovilístico Stellantis, un material que no se produce en el mundo en tanta cantidad como para cubrir la demanda actual vinculada a la fabricación de las baterías de los coches eléctricos.

Según Tavares, no se está produciendo tanto litio como se necesita. "No solo es una cuestión de que el litio pueda ser insuficiente, sino que la concentración de su extracción puede generar problemas geopolíticos", señalaba.

Y es que el litio presenta entre otras cosas graves problemas medioambientales en su producción y desecho, lo que es relevante en baterías cuya vida útil puede estar entre los seis y los siete años.

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