Los rumores que surgieron el pasado Salón del Automóvil de Munich, a cuenta de unas declaraciones malinterpretadas de un directivo de Volkswagen acerca del futuro de Seat, no ha hecho sino ahondar en la herida de una marca que está viendo cómo se impulsa a su 'hermana' Cupra; pero que quiere seguir siendo, y lo será, referencia de la industria automovilística de España y de Europa. Por ello, el presidente del comité de empresa de Seat en Martorell, Matías Carnero, ha reclamado al Grupo Volkswagen que la marca cuente con un modelo electrificado,. Está convencido de que hay mercado para ello, por lo que ha denunciado el "daño reputacional, comercial y económico" que han causado las dudas sobre su futuro.
"Hay que romper el mensaje de que Seat muere, de que Seat desaparece. A Seat le queda mucha historia. La marca Seat no se puede quedar en la movilidad urbana. ¿Qué quiere decir: motos, patinetes, una bicicleta?", ha asegurado Carnero, en una entrevista con Efe.
Carnero ha trasladado este mensaje a la dirección del grupo alemán durante la reunión que ha mantenido en Alemania el comité europeo mundial, en el que también ha expresado su malestar por las consecuencias de la polémica sobre la estrategia que se sigue con la marca española.
El presidente del comité de empresa ha lamentado el daño que se le ha hecho ya a la marca: "Ahora puede haber clientes que iban a comprar un Seat y que no lo van a hacer por pensar que a la marca le quedan unos pocos años. Y Seat tiene futuro. Se ha definido el camino de Cupra y ahora toca concretar el de Seat".
Un eléctrico para el cliente Seat
En esta línea, ha subrayado que "la clave es que Seat tenga su propio modelo electrificado." "Hay que dar al cliente de Seat dónde elegir. Es un cliente con menos capacidad adquisitiva que el de Cupra (la otra marca de la compañía Seat). Y hay que tener en cuenta el arraigo emocional que existe en España con Seat", ha afirmado.
A su juicio, un Ibiza o un Arona electrificados serían bien recibidos tanto en el mercado español como en gran parte de Europa y la apuesta sería "rentable" para el grupo Volkswagen, que hasta ahora ha centrado en Cupra la estrategia de desarrollo y producción de coches de cero emisiones en España.
"Si Cupra da la rentabilidad y la capacidad para asumir los costes que se requieren, sí se puede. El eléctrico de Seat puede pasar por la misma cadena de producción. Sólo se trata de adecuarla un poco. La gran inversión ya está hecha", ha insistido.
El sindicalista y único miembro español del Consejo de Supervisión del Grupo Volkswagen ha subrayado que "le consta" que la preocupación por el futuro de la marca Seat la comparten también la Casa Real, el Gobierno y la Generalitat.
"Que salga un consejero delegado (Thomas Schäfer, de la marca Volkswagen) a plantear que Seat puede estar muerta cayó como un jarro de agua fría. Y no me vale que el cartel en la fábrica vaya a poner Seat. Es un tema sentimental. Es reírse de la plantilla. ¿Alguien se imagina que le quiten la W a Volkswagen? Tan importante es Volkswagen para Alemania como Seat para España", ha señalado.
Matías Carnero ha instado también al Gobierno a "atar" el futuro de la marca Seat a las ayudas públicas que otorga al grupo alemán en el marco de los planes de impulso del vehículo eléctrico: "Mucho tiene que decir porque está dando dinero público. No quiero pensar que Seat desaparezca con ayudas públicas".
En la reunión del comité europeo mundial, Carnero ha vuelto a plantear además la necesidad de que se adjudique a la fábrica de Martorell (Barcelona) una segunda plataforma eléctrica para poder ensamblar un vehículo de mayores dimensiones al que se empezará a producir a partir de 2025.
Los sindicatos de Seat (UGT y CCOO suman mayoría) esperan además que el consorcio alemán apruebe la fabricación de un tercer modelo eléctrico pequeño. Ahora mismo, para la primera plataforma eléctrica de Martorell, ya está confirmado un Cupra y un Volkswagen, y confían que pueda entrar también un Audi.