España vuelve a la liga de los países con ráting de máxima calidad. Una de las tres principales agencias internacionales, Fitch, ha anunciado una mejora de la calificación crediticia del Reino de España de 'BBB+' a 'A-'.
Recuperar el nivel A supone para España volver a entrar en muchas potenciales inversiones de grandes fondos de inversión, que tienen estrictas políticas que les impide destinar dinero por debajo de un ráting.
Esta subida de Fitch llega en un momento clave para España, ya que la continua mejora de las calificaciones se había estancado desde el estallido de la crisis catalana, en octubre. Entonces, S&P decidió retrasar una potencial subida del ráting, e incluso amenazó con una bajada por Cataluña.
Tras la decisión de Fitch, el ráting de España queda de la siguiente forma: 'A-' para Fitch, a apenas siete escalones de la máxima nota; 'BBB+' para S&P, un peldaño por debajo de Fitch; y 'Baa2' para Moody's, un nivel inferiro al de S&P.