La operación de fusión entre BBVA y Banco Sabadell se ha quedado en papel mojado. El consejo de administración de la entidad catalana decidió este mismo jueves que la oferta que hacía BBVA por la entidad era inaceptable. El banco vasco no quería ofrecer más de 2.500 millones de euros en efectivo, lo que supone una plusvalía superior al 30% teniendo en cuenta la cotización en Bolsa del viernes antes de la filtración.
El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ejerció mucha presión para desechar la fusión. Según el criterio del banquero turco, la operación no generaba valor añadido al grupo. Un mensaje que terminó calando y que Carlos Torres adoptó como suyo, pues no estaba dispuesto ceder un mínimo ante las peticiones de Banco Sabadell.
La entidad catalana no veía con buenos ojos que BBVA propusiera una ecuación de canje de 1/10. No concebían que el banco, con un valor en libros de 12.700 millones de euros, se fuera a "malvender", señalan las fuentes consultadas por este medio.
Y es que por mucho que ya se hubiera decidido que Josep Oliu podría tener una vicepresidencia o copresidencia en el grupo resultante, el consejo consideraba la propuesta insuficiente, pues desaparecería por completo la esencia de Banco Sabadell.
Por esos motivos, en la tarde del jueves, Oliu y la cúpula decidieron seguir en solitario. El banco pondrá en marcha un nuevo plan estratégico en el primer trimestre de 2021 para seguir creciendo de manera orgánica o buscando un nueva operación corporativa. De hecho, aún siguen contando con Goldman Sachs para explorar ciertas opciones.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, fue uno de los impulsores de la operación de fusión entre BBVA y Banco Sabadell. Según ha podido saber Vozpópuli por fuentes financieras, el primer espada del supervisor habría estado en conversaciones con la banca de inversión y pugnando con Santander, BBVA y Caixabank para preparar las nuevas fusiones y, sobre todo, hablando y negociando para solucionar el problema que podría suponer Banco Sabadell si se diera una nueva crisis financiera.
Hernández de Cos era partidario de organizar las dos fusiones de forma paralela (Caixabank-Bankia y BBVA-Sabadell), pero la entidad que preside Carlos Torres quería más tiempo para poder cerrar la operación de venta de su filial de Estados Unidos. Una vez obtenido el comprador, BBVA ha conseguido vía libre para realizar la fusión. Santander se ha quedado fuera porque aún está digiriendo el Popular, pero también se incluyó en las quinielas para esta nueva ola de fusiones, señalan las mismas fuentes.
El segundo banco de España
Si hubiera salido adelante esta operación, la entidad resultante hubiera sido las segunda más grande de España con una fuerte presencia en Cataluña. Asimismo, BBVA hubiese entrado en el mercado británico de la mano de TSB, el negocio inglés de Banco Sabadell. En concreto, habría generado un grupo con activos valorados en 963.000 millones de euros y presencia en España, México, Turquía y Reino Unido.
BBVA cuenta con 7.560 oficinas y 124.110 empleados en todo el mundo. Sabadell, por otro lado, suma un total de 1.893 oficinas y 17.202 empleados. De esta forma, hubiese resultado una entidad con 9.453 sucursales y 141.312 trabajadores repartidos por todos los mercados en los que operan.