Economía

Imaz saca a Repsol de una posible puja por Naturgy: “Soy el CEO más aburrido del mundo”

El directivo de la petrolera descarta cualquier posibilidad de acometer una gran operación tras los grandes resultados. “Ser aburrido es compatible con pequeñas y medianas adquisiciones", matiza

  • El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz -

"More carrot and less stick (más zanahoria y menos palo)", defendía ante el mercado este jueves sus cuentas de 2022 el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. Así se resume la opinión del directivo sobre las dudas que llegan desde los partidos del Gobierno por sus buenos resultados del último año. Pero su audiencia estaba interesada en otros asuntos. Los analistas que siguen el día a día de la compañía querían saber asuntos de negocio como: ¿Qué va a hacer Repsol con tantos ahorros en el banco?. "No esperen grandes operaciones. Soy el CEO más aburrido del mundo", bromeaba Imaz con la etiqueta que se le cuelga el mercado de ejecutivo 'conservador y prudente'.

Los 5.211 millones de euros de caja con los que cierra la compañía el año han sido argumentos más que suficientes para que el mercado le sitúe en las quinielas de grandes operaciones como entrar de nuevo en el capital de Naturgy. Como adelantaba Vozpópuli, los grandes accionistas de la gasista que preside Francisco Reynés tantearon a operadores industriales como TotalEnergies para colocar su paquete accionarial. Unas reuniones que volvieron a situar a Repsol en las quinielas para volver a un consejo de administración del que se fue en 2018.

“Mi fama es que soy, probablemente, el CEO más aburrido del mundo. No doy sorpresas ni realizo grandes adquisiciones”, comentaba Imaz. “Ser aburrido es compatible con realizar pequeñas y medianas adquisiciones para seguir creando valor o transformando nuestro negocio", matizaba el directivo. El tipo de operaciones que seduce a Josu Jon Imaz son los 560 millones que pagó por 'la renovable' Asterion o los 250 millones que desembolsó en Estados Unidos por Hecate Energy. “Si esperan una gran adquisición en Repsol, voy a ser muy claro, ya les aviso que eso no va a suceder”, zanjaba Josu Jon Imaz.

Una factura de 450 millones

Los analistas tuvieron tiempo para conocer qué pasa con Moncloa y cómo afecta sus medidas a Repsol. El directivo ha querido compartir con el mercado el efecto que va a tener el famoso 'impuestazo' del Gobierno en sus cuentas. "Estimamos que el pago del gravamen temporal por el resultado de 2022, que se pagará en febrero y septiembre de este año, rondará los 450 millones de euros”, informaba en esta conferencia centrada en los expertos del mercado.  

Pero, a la vez que asume que pagará esta 'factura', el máximo dirigente de Repsol reconoce que su compañía prepara la batalla legal para recuperar lo pagado. "De acuerdo nuestros asesores internos y externos, este impuesto es incompatible con la Constitución española y la regulación europea", asegura el consejero delegado de la energética.

“Considerar extraordinario un beneficio que se obtiene de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo frente al que se dedica a importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de injusto, incomprensible y perjudicial para la economía española", añadía a los presentes.

EEUU es un buen mercado para Imaz

Su crecimiento será con operaciones pequeñas y espera algo más de respeto por el sector tanto en España como en el resto de Europa. Pero, como le pasa a otros directivos del sector energético español, Imaz tiene claro que hay mercados como Estados Unidos que están logrando recetas regulatorias muy atractivas."La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) es un plan que se podría tomar nota en España y Estados Unidos, ya que favorece a la inversión y da certidumbre regulatoria", comentaba el consejero delegado de Repsol con los analistas.

El directivo tiene claro que existe un problema de mentalidad en la transición energética que se quiere hacer en Europa. "El objetivo no debe ser demonizar tecnologías. El foco debe estar en encontrar todas las vías posibles para sustituir a todas aquellas tecnologías emisoras. Porque se celebra cada año la reducción de emisiones y, en muchas casos, no es verdad. Debemos adaptar la transición energética para conseguir que los consumidores se beneficien de ella", concluye Josu Jon Imaz.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli