Tenía mucho miedo el Banco de España de que la espiral inflacionista de los últimos doce meses se trasladara a los salarios. La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos siempre ha sido muy temerosa de los llamados efectos de segunda vuelta, derivados de la indexación de los salarios a la inflación, como ocurrirá con las pensiones a partir del próximo ejercicio.
Más aún en una situación como la actual, donde gran parte de la subida de los precios es achacable a la volatilidad del mercado de la energía por la situación bélica en Ucrania y la “guerra” (en forma de sanciones económicas) entre la Unión Europea y Rusia.
El banco central español era partidario de un pacto de rentas entre los agentes sociales que englobara tanto al sector público (funcionarios y pensionistas), como al privado, y dentro de este, a trabajadores y empresarios en forma de salarios y márgenes empresariales. Su última proposición fue en el Congreso de los Diputados, durante la comparecencia de Hernández de Cos en la Comisión de Presupuestos.
Nada nuevo ha sucedido en los dos últimos meses. Pero la realidad es que la subida media pactada en los convenios vigentes durante el presente ejercicio y los que se han firmado hasta octubre, indican que el salario medio pactado ha subido un 2,64% hasta el pasado mes de octubre (últimos datos del Ministerio de Trabajo), un 2,94% en los convenios de empresa, y un 2,62%, en los de ámbito superior, los que afectan a mayor número de trabajadores.
En el año en curso están vigentes un total de 2.801 convenios colectivos, de los que 2.138 se han firmado antes de 2022 y solo 663 en el transcurso de este año. En los primeros, la subida salarial pactada es del 2,57%, mientras que en los segundos, ha sido del 2,90%. Tanto en el caso de la subida media de 2022 (2,64%), como en el de los convenios firmados este año (2,9%), la revisión salarial ha sido tres veces inferior al incremento de los precios.
De acuerdo con los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística correspondientes al indicador adelantado del IPC del mes noviembre, la inflación media de los once primeros meses de 2022 se situaría (si el INE confirma definitivamente el dato de noviembre del 6,8% en tasa interanual) en el 8,64% y en el 8,46% en el caso de los últimos doce meses.
Pero hay otro dato de interés. El número de convenios colectivos que se han firmado entre enero y octubre de este año que contienen cláusula de revisión salarial representan el 14,03% del total (393, sobre 2.801), mientras los que no contemplan esa posibilidad son el 85,96%. Si en lugar de hacer la referencia sobre el número de convenios firmados se realiza sobre el número de trabajadores afectados por estos convenios, se observa que aquellos que gozan de una protección salarial, algo más de 1,9 millones sobre un total de 8 millones, suponen el 23,75%, mientras aquellos que no tienen firmada cláusula son el 76,25%.
Dentro de los convenios con cláusula de revisión, hay dos modalidades: aquellos que contienen cláusula retroactiva y los que no. Los primeros afectan, dentro de los acuerdos suscritos en 2022, a 901.224 trabajadores (el 11,23% del total) y los segundos, a poco más de un millón, el 12,51%.
Diferencias con el año anterior
¿Ha cambiado mucho la situación en relación con el año 2021? Algo, sí. El pasado año, sobre un total de 2.886 convenios vigentes, 456, un 15,8%, se habían firmado con cláusula de revisión, quizás porque fue a partir de la segunda mitad del año cuando la inflación empezó a dar la cara. Sin embargo, el número de trabajadores afectados por este tipo de garantía salarial fue de 1,2 millones para un total de 7,68 millones, lo que supuso un 15,65%, casi ocho puntos porcentuales menos que ahora.
En relación con el año 2109, el último año sobre el que se pueden realizar comparaciones que no estén alteradas por la pandemia y su repercusión en la actividad económica, los datos de 2022 son más cautelosos a la hora de firmar los convenios. En aquel año, los convenios con cláusula de revisión salarial representaron el 20,2% del total y afectaron a algo más de 2 millones de trabajadores sobre un total de 9,85 millones, lo que representó el 20,44%.
