El futuro de la planta de Volkswagen en Navarra ha generado mucha preocupación entre la plantilla tras conocer que en menos de un año dejará de producirse el emblemático Polo tras cuatro décadas ininterrumpidas de producción y que abre un periodo incierto de casi dos años hasta la llegada del coche eléctrico.
Una pérdida de producción que podría en parte compensarse si, como ha señalado el Gobierno de Navarra tras reunirse con la dirección de la fábrica, se lleva a cabo la puesta en marcha de una planta de montaje de baterías dentro de las instalaciones de Landaben.
La presidenta del Gobierno foral, María Chivite, ha insistido en que el Ejecutivo ofrecerá ayudas a la inversión que Volkswagen pueda hacer si instala en su factoría la planta de ensamblaje de baterías para el coche eléctrico, pero ha reiterado de que es la multinacional la que decidirá si asume o externaliza estas labores.
Chivite ha dado a conocer que la directiva de Volkswagen le trasladaron que existe un proyecto para instalar esta planta de ensamblaje de baterías dentro de la fábrica navarra, mientras que el Gobierno les trasladó el marco fiscal y de ayudas existentes al que podría acogerse para llevarlo adelante.
Sin embargo, la decisión de que Volkswagen Navarra asuma con personal propio estas labores no está tomada y no cuenta con la financiación necesaria, como han recordado los sindicatos del Comité de Empresa de la planta.
Al respecto, Chivite ha indicado que su Gobierno "siempre ha trabajado de la mano de Volkswagen para garantizar esas inversiones y el empleo en nuestra comunidad. De hecho ahora hay encima de la mesa algo que no había hace cuatro años, que es una inversión comprometida de 1.024 millones de euros" para la electrificación de la fábrica, un montante en el que no se incluye la planta de ensamblaje de baterías que los sindicatos quieren que sea de la propia Volkswagen y no externa.
En la reunión, los directivos de la planta les trasladaron el proyecto que existe para su ubicación dentro de sus instalaciones, a lo que Chivite respondió con la explicación de que "el Gobierno ayuda a todos los proyectos inversores que vienen a nuestra comunidad , en la medida de sus posibilidades, en la financiación y en la garantía de ese proyecto".
Inversión de 300 millones
"Nos lo presentaron y nosotros les trasladamos hasta dónde podemos llegar como Gobierno en esa financiación que necesitan. Pero es una decisión que tiene que tomar el propio grupo y que hasta ahora no estaba encima de la mesa", ha reconocido la presidenta.
También ha ampliado las miras, porque "en cualquier caso, el Gobierno quiere que esa planta de baterías venga a nuestra Comunidad como garantía de inversión y de empleo en el sector de automoción", ha dicho sobre el beneficio que en estas dos áreas también conllevaría que un proveedor externo se encargara de esta labor pero desde la Comunidad foral.
Por su parte, el presidente del comité de empresa ha informado que está prevista una reunión a final de mes con el Grupo Volkswagen en la que quieren explicar "la trascendencia que tiene un proyecto industrial de estas características para nuestra Comunidad más allá del año 2026", cuando se termine la adaptación al vehículo eléctrico.
Morales ha asegurado que esa nueva fábrica, que tendría un coste de unos 300 millones de euros, la debe financiar el Grupo Volkswagen. "Es un proyecto rentable, viable, que puede hacer más grande nuestra fábrica" y por ello la multinacional "tiene que tomar una decisión en ese sentido. Lo ha hecho con Seat, por qué no con Volkswagen Navarra".