La ciudad alemana de Frankfurt ha celebrado durante toda la semana la Feria del Libro, la reunión más importante del mundo editorial. Es un encuentro profesional al que acuden más de siete mil expositores de cien países. Y no solo acuden editores, sino que los 700 agentes y agencias acreditadas pugnan por los derechos de las obras más comerciales. Las visitas superan las 200.000 personas.
España está presente con numerosas editoriales y la Federación de Gremios de Editores de España. A pesar de que se trata de una federación, desde hace años los empresarios catalanes, apoyados por las instituciones públicas, colocan sus propios escaparates independientes de los españoles. Las tarifas no son precisamente baratas.
Una de las personas que ha ido a trabajar estos días a la feria comentaba a este buscón la pena que da ver la falta de unidad también en este sector, donde además de un potente stand de Cataluña hay sendos de Galicia y del País Vasco.
Este año el stand de Cataluña ha tenido un socio: el Gobierno balear (PSOE) con quien ha compartido espacio y pensamos que gastos. Baleares ha participado en la promoción de sus libros junto a la Consejería de Cultura de la Generalitat, el Instituto Ramón Llull, el Ayuntamiento de Barcelona, el Gremio de Editores de Cataluña y la Asociación de Editores en Lengua Catalana.
En Cataluña hay un total de 289 empresas editoras que publicaron el año pasado un total de 39.281 títulos, de los que 11.480 son en catalán, mientras que más de 27.000 son en castellano. Un 49’5% de las ventas se producen en el mercado español (1.116 millones de euros).
La industria editorial mueve en España anualmente más de 3.000 millones de euros y da empleo directo e indirecto a 30.000 personas, según informa el Gremio de Editores. Las 840 empresas editoriales agrupadas en la Federación son cerca del 95% del sector y a lo largo de 2015 vendieron 155 millones de libros y editaron más de 80.000 títulos con una tirada media por título de 2.810 ejemplares.
El espía de este buscón en Frankfurt contaba que los stands autonómicos han tenido poca presencia de público, excepto en el día en el que se celebró la fiesta en el que organizaban el Gobierno balear, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, donde no cabía un alma.
El consejero de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Santi Vila, la consejera de Transparencia del Gobierno de las Baleares, Ruth Mateu, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, el director de Instituto Ramón Llull, Manuel Forcano y la presidenta de Asociación de Editores en Lengua Catalana, Montserrat Ayats, viajaron a Alemania para participar en el ágape.