“¿Arrugas de expresión? ¿Dolor de cabeza? Al primer síntoma acuda a su abogado”. El Ilustre Colegio de Abogados de Madrid ha iniciado hace algunas semanas una campaña de publicidad tanto en su propia página web como en autobuses, radio y metro de la ciudad en la que proponen una cultura preventiva frente al conflicto, como si de medicina se tratara.

“Consultar a un abogado de forma preventiva te llevará a llevar una vida sin sobresaltos”, es otro de los argumentos que lanza el publicista.

Otra de las propuestas es “La Abogacía Preventiva es la anticipación a problemas y conflictos legales”, “sirve para evitar el gran coste económico que puede suponer un litigio y evita el coste emocional por el deterioro en relaciones personales y profesionales y evita el colapso judicial”.

Fuentes del Colegio señalan que se trata de informar a los ciudadanos de que muchos problemas podrían resolverse si hubiera una cultura de contar con un letrado antes de tomar algunas iniciativas.

Para algunos abogados se trata simplemente de una campaña “ridícula e impropia de una institución como el Colegio de Madrid”. Ponen como ejemplo la que han realizado los gestores “sobria y con gran clase”, añaden.

En el caso de la página web la publicidad va acompañada de un vídeo, realmente pueril, en el que una persona aconseja, como si de un dolor de cabeza se tratara, unas pastillas de abogacía preventiva a un ciudadano con problemas.

El argumento que utiliza el Colegio es que mientras se contrata un seguro para los posibles riesgos que afectan a la vivienda, coche, o vida, no existe una cultura preventiva de protegernos ante problemas legales tan habituales como hacer testamento, recibir una herencia, revisar un contrato de trabajo o alquilar una vivienda.

Argumentan que se acude al letrado cuando el problema ya requiere una solución mucho más compleja y costosa en todos los sentidos.

“Una consulta previa a un abogado –añaden- en el primer momento en el que notemos que una situación puede derivar en un litigio, supone un ahorro enorme de costes tanto económicos como emocionales”.

La actual decana, Sonia Gumpert, ganó unas elecciones que terminaron en los juzgados y se ha estabilizado en el puesto. Las elecciones están previstas para el próximo año y ya hay varios grupos tomando posiciones ante los nuevos comicios de un colegio que tiene mucho peso en la vida madrileña.

Algunos profesionales se quejan de que se ha hecho una legislatura “naif” y se han ocupado poco de “dignificar la profesión para que los operadores jurídicos y tramitadores nos traten con un mínimo de consideración y dignidad”. Por el contrario en el Colegio están más que satisfechos con el trabajo realizado y personas del equipo afirman que la gestión ha sido eficaz para los compañeros. “Se ha experimentado un cambio importante y se ha abierto el Colegio a todos sus miembros”.