Está todo muy bien organizadito para que nadie se moleste. Avisado está el Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. También lo está Pedro Sánchez, líder del PSOE.
El expresidente del Gobierno, Felipe González, que hoy mismo será cesado como consejero de Gas Natural, no quiere altercados ni mucho menos jugársela con un Gobierno, el de su país, al que, a poco que puede, 'protege' a su manera al pedir que ante el avance de partidos como Ciudadanos o Podemos se firme un pacto de estabilidad y Gobierno entre PP y PSOE. Ver y oír para creer, pero las cosas son así, los dos partidos mayoritarios luchan por que no se les caiga el chiringuito.
De ahí que para hacer las cosas bien y no despertar las suspicacias que levantó Zapatero en su visita a Cuba, el político andaluz ha avisado a todo Dios de que este domingo viaja a Venezuela en lo que va a ser la escenificación de su primer movimiento público para defender a los líderes opositores en el país.
Pero Nicolás Maduro puede dejarle entrar o no cuando llegue al aeropuerto de Caracas.
Es esta la gran preocupación del Gobierno español y del propio González. ¿Se atreverá Maduro a prohibirle la entrada en el país? Y si no es así, que será lo más probable, ¿aprovechará el presidente venezolano su visita para tensar de nuevo, once again, las relaciones con el Gobierno de Rajoy?
González ha coordinado el viaje con Margallo y con Pedro Sánchez, pero con el que no lo ha coordinado ha sido con Maduro, que podría aprovechar la visita para darle un portazo a Rajoy, pero en la cara del ex presidente del Gobierno
En este punto de tensión controlada está el viaje del ex líder del PSOE a Venezuela para comenzar in situ la defensa de los líderes opositores encarcelados, Leopoldo López y Antonio Ledezma.
El Gobierno venezolano ya ha insinuado que podría denegar la entrada en el país a González si considera que su presencia persigue interferir en asuntos internos de la nación. El vicecanciller para Asuntos Europeos, Calixto Ortega, criticó en una entrevista en televisión la decisión de González de convertirse en el defensor de los opositores encarcelados.
"Pareciera que Felipe González se ha sumado a esta acción de (desprestigio de Venezuela de) la derecha de España, donde desde el 1 de enero se sacaron más de 900 publicaciones en contra de nuestro país", hdnunció en el programa Vladimir a la 1, emitido en Globovisión. Preguntado por si el Gobierno venezolano permitirá a González entrar en el país, Ortega avisó de que si el expresidente del Ejecutivo español "viene a Venezuela a trabajar (...) tiene que tener una visa de trabajo".
Así las cosas, el ambiente está muy caldeado y estos días serán cruciales. Felipe González ha reconocido en privado que no tiene la menor intención de provocar un conflicto político-diplomático con Venezuela y que actuará de forma cordial y nada belicosa en el caso de que Maduro se atreva a denegarle este domingo la entrada.
Lo veremos en los próximos días.
