La Plataforma per la Llengua ha lanzado esta mañana una exigencia de respeto hacia los “derechos lingüísticos” de los radicales que, desde la publicación de la sentencia del 1-O, están alterando gravemente la convivencia en Cataluña. Se trata de la misma entidad que, apoyada por el gobierno del independentista Quim Torra, lleva a cabo el espionaje de los niños en los patios de los colegios catalanes para impedir que utilicen el castellano en sus horas libres.
La autodenominada “ONG del catalán” ha lanzado en sus redes sociales un mensaje dirigido a los radicales independentistas recordándoles que sus “derechos lingüísticos” han de ser respetados durante las movilizaciones que lleven a cabo. Un respeto que, según su particular visión, no mantienen ni los cuerpos policiales ni los miembros de la Administración.
Presidida por el cirujano Óscar Escuder, la Plataforma per la Llengua recuerda a los radicales que “pueden hablar siempre en catalán con cualquier miembro de la Administración” y que pueden “continuar” haciéndolo aunque los cuerpos policiales o judiciales se dirijan a ellos en castellano o les reclamen “cambiar de lengua”. En el caso de los Mossos, cuerpo de seguridad propio de Cataluña, o de las policías locales catalanas, los radicales han de exigir, según la entidad, que se dirijan a ellos en catalán.
En caso de ser detenidos, los radicales independentistas deben “declarar en catalán y negarse a firmar la declaración” si ésta no recoge lo que han manifestado en su propia lengua. Además, la Plataforma per la Llengua considera que los detenidos por los altercados deben “exigir” a sus abogados ser defendidos "oralmente y por escrito en catalán”. Y, en el caso de ser trasladados a un tribunal de Madrid, han de “mantenerse firmes” en el uso del catalán “para que se garanticen sus derechos de defensa”.
La Plataforma per la Llengua es una de las entidades pancatalanistas que más dinero público recibe. Solo de la Generalitat ingresa, a través de convenios trianuales, cerca de cuatro millones de euros. Su único objetivo es promover el uso de la lengua catalana como herramienta de cohesión social. Sin embargo, durante el pasado curso llegó a espiar, con el beneplácito y el apoyo de la Generalitat, a los alumnos de los colegios catalanes para intentar evitar que utilizaran el castellano en sus horas libres.
