"El panorama de la salud de los griegos es muy preocupante", ha dicho David Stuckler, un sociólogo de la Universidad de Cambridge, quien dirigió el estudio sobre la salud de los griegos, publicado por la revista médica The Lancet.
La deuda pública representa 142% del PIB, el paro subió al 16,6%, las perspectivas de crecimiento son nulas: Grecia no tuvo otra opción, sin dejar el euro, que cumplir con los requisitos de la Unión Europea y el FMI. Sin embargo, los drásticos recortes en los presupuestos públicos no hacen más que empeorar la situación. En la salud pública, el estudio se fija en las principales evoluciones ocurridas desde 2007.
Preocupaciones principales: la duplicación del número de suicidios, homicidios en aumento, incremento del 50% de las infecciones por el VIH y, más importante aún, los griegos asegurando más y más que ya no van a ver a su médico, incluso si lo tienen que hacer. En 2009, el consumo de heroína aumentó un 20% en Grecia, lo que los investigadores relacionan a la reducción de un tercio de los presupuestos dedicados a la lucha contra el consumo de drogas.
Según el periódico francés Le Monde, Martin McKee, co-autor del estudio, afirma que "lo que ocurre en Grecia muestra lo que puede suceder cuando los recortes son significativos en el campo de la salud." ¿Una advertencia a otros países europeos?