A lo largo del mes el indicador más utilizado para el cálculo de hipotecas ha evolucionado moderadamente al alza, y ha pasado del 2,085 % al 2,129 % de hoy, su nivel diario más alto desde el pasado 4 de agosto.
La mayoría de los analistas calculaba que el euríbor, que suele subir o bajar en función de los aumentos o descensos de los tipos de interés que aprueba el Banco Central Europeo (BCE), se situaría a finales de año en torno al 2,5 %.
Durante este año, el BCE ha aprobado dos subidas de tipos, ambas de un cuarto de punto, la primera de ellas en abril y la segunda en julio.
En primavera, situó la tasa en el 1,25 %, en la que era la primera alza en cerca de tres años, y dejó entonces abierta la opción de nuevas subidas durante el año, en caso de que fueran necesarias para frenar la inflación.
Lo mismo ocurrió en julio, cuando el organismo situó los tipos en el 1,5 % y volvió a amenazar con nuevos incrementos.
En teoría, el BCE debería aprobar este año una última subida de tipos, como anticipó su presidente, Jean Claude Trichet.
A partir de entonces, las tensiones en el mercado de deuda soberana y la posibilidad de una ralentización de la economía europea cuestionaban la oportunidad de este aumento, que tendrá que decidir el recién estrenado presidente del organismo, Mario Draghi, el próximo 3 de noviembre.