Mariano Rajoy se ha puesto en manos del sociólogo Pedro Arriola para que le prepare el debate electoral televisado que el día 7 le enfrentará a Alfredo Pérez Rubalcaba. El llamado 'gurú' de cabecera del PP toma las riendas de uno de los hitos de la campaña, aunque desde Génova insistan en asegurar que no determinará el sentido de voto de los ciudadanos, ya muy decantado a favor del PP, según los sondeos de intención de voto.
El mismo hombre al que encargan los análisis electorales y la evolución de las encuestas así como parte de la estrategia popular a pesar de no pertenecer a ningún órgano del partido, supervisa tanto la forma como el fondo del único 'cara a cara' de la campaña de la mano del director de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas. Para la cuestión de las formas han decidido prescindir del director del Telegenia del partido, Jorge Rábago, y buscar asesoramiento puntual externo como el del experto en comunicación audiovisual Eduardo García Matilla, según ha podido saber Vozpópuli.
Rajoy tiene enfrente a un adversario duro de roer en términos de imagen. Rubalcaba siempre ha sido un experto comunicador, es más, posiblemente sea esa una de sus mayores virtudes, ante un líder del PP que nunca ha buscado idilios con la prensa. José Luis Rodríguez Zapatero, con quien Rajoy debatió en un par de ocasiones era, en este sentido, un enemigo que generaba menos temores en el cuartel general de los populares.
En Génova son conscientes además de que siempre tiene más que perder el favorito en las encuestas y de que Rubalcaba necesita todos los instrumentos a su alcance para intentar una remontada que le permita, al menos, salvar los muebles. Vaya, que no parece tranquilizar mucho la idea de un candidato que imaginan poco menos que desesperado.
Por eso, Rajoy intentará llevar el debate al terreno económico, capítulo en el que Rubalcaba puede sentirse más incómodo, y soslayar en la medida de lo posible la cuestión ETA, donde no desea entrar en polémicas con el PSOE ni que le recuerden las discrepancias que mantienen respecto de la línea oficial dirigentes significativos de su partido.
Guiño a Cospedal
Por otro lado, el líder del PP tiene previsto arrancar su campaña, con la tradicional pegada de carteles, en la localidad barcelonesa de Castelldefels. Barcelona es provincia prioritaria, habida cuenta de que esperan crecer en esta circunscripción un mínimo de cuatro diputados para alcanzar, al menos, los 12 que consiguió José María Aznar en 2000. En cambio, su primer mitin será en Toledo, lo que puede interpretarse como un claro guiño a su presidenta autonómica, María Dolores de Cospedal dado que el PP siempre ha ganado las elecciones generales en Castilla-La Mancha y no está previsto un gran baile de diputados.