El Gobierno brasileño ha licitado los contratos de ampliación, modernización y operativa de tres de los mayores aeropuertos del país: Brasilia, Guarulhos y Viracopos, con el objetivo de tenerlos listos para los dos grandes eventos que albergará el país en los próximos años: el mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, en Rio de Janeiro.

OHL Brasil y AENA Internacional han firmado en las últimas horas un acuerdo para acudir en consorcio a estos procesos por los que ya ha mostrado interés también el operador de infraestructuras local Ecorodovias, que acudirá con otro social industrial muy destacado como es Fraport, el operador del aeropuerto de Francfort, uno de los mayores de Europa.

Brasil es uno de los principales mercados internacionales de OHL, que pasa por ser el principal operador de autopistas del país, con nueve concesiones y más de 3.200 kilómetros bajo gestión. Mientras, AENA cuenta con una amplia presencia en el mercado internacional, con participación en 27 aeropuertos fuera de España. Recientemente, se quedó fuera del proceso de privatización del aeropuerto Luis Muñoz Marín de Puerto Rico, proceso al que acudía en solitario, sin formar consorcio.

Además de la experiencia del aeropuerto de Medina, OHL se ha unido en otras ocasiones a empresas públicas para formar consorcios para proyectos internacionales. El último éxito ha sido la concesión de la segunda fase del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina, en el que iba de la mano de Renfe y Adif.

El contrato de privatización de Guarulhos está valorado en algo más de 2.200 millones de reales (cerca de 950 millones de euros), mientras que el de Viracopos parte de un precio aproximado de 215 millones de euros. Los plazos de concesión para los aeropuertos van desde 20 a 30 años y la cantidad total a invertir por los operadores privados después del proceso de licitación asciende a 5.450 millones de euros en total entre las tres pistas.