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Mariano Rajoy se desplazará a Marsella en la tarde del miércoles para participar el jueves en la clausura del Congreso que el Partido Popular Europeo (PPE) celebra en esta ciudad. Será la primera ocasión en que el futuro jefe del Ejecutivo se reúna con la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy; el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner; y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, entre otros.

Rajoy acude a la cita acompañado de los que han sido en estos momentos de transición sus “negociadores” económicos, esto es, Miguel Arias Cañete, a quien encargó las primeras conversaciones con París y Berlín sobre las perspectivas financieras de la UE y la Política Agraria Común (PAC);  su director de Gabinete, Jorge Moragas, y el secretario de Economía y Empleo del PP, Álvaro Nadal. Estos dos últimos han sido los responsables de la interlocución con los gabinetes de Gobierno de Merkel y de Sarkozy en los últimos días.

El trabajo previo permite conocer la posición que España llevará a la cita de jefes de Estado y de Gobierno del 9, a la que no acudirá Rajoy sino el jefe del Ejecutivo en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, el PP quiere convertir la fecha del día 8 en Marsella, el próximo jueves, en la verdadera cumbre europea para España. De ahí la elaboración de una agenda de reuniones bilaterales en las que el líder del PP actuará de hecho, como jefe del Ejecutivo español.

En principio, el hecho de que los principales actores europeos sean todos de la familia popular debería facilitar la interlocución de Rajoy, pero no necesariamente. Sin embargo, desde Génova creen que con la prima de riesgo española en vertiginoso descenso y su voluntad declarada de abordar la reforma del mercado laboral y del sector financiero y energético, todo ello es suficiente credencial  para que el próximo inquilino de la Moncloa exija un trato favorable de los socios europeos.

Ejemplo de Cospedal

También les transmitirá a éstos, como ya hiciera en su reunión con los agentes sociales y con los presidentes regionales y autonómicos de su partido, que España cumplirá los límites de déficit “sí o sí”. En este sentido el PP espera que decisiones como las tomadas por la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal,  para recortar 350 millones más el presupuesto autonómico, sirvan de tarjeta de presentación respecto a la voluntad de España de cumplir sus compromisos.

Europa es la prioridad de Rajoy en estos momentos. Esa es la consigna y en la que están centradas todas las personas de su entorno.  La otra gran línea de trabajo es la que asume Soraya Sáenz de Santamaría con el traspaso de poderes, convertido en una especie de examen  al Gobierno saliente cuyos secretarios de Estado y subsecretarios se someten casi a diario a una fiscalización completa de la situación de cada Ministerio. Ayer le tocó el turno a Fomento y Medios de Comunicación, según ha podido saber Vozpópuli. Pero ni pío todavía del futuro gabinete ministerial. Eso no toca por el momento y no es previsible que Rajoy suelte prenda en la celebración de hoy del aniversario constitucional.