Muchos se han sorprendido al encontrarse al empresario Luis Portillo en la zona VIP de la copa Davis el pasado fin de semana. Acompañado de un desconocido, vestido en vaqueros y jersey azul, y sin que nadie, nadie de los VIP engominados sevillanos y por supuesto de chaqueta que allí seguían el partido se acercara a saludarle. Nadie.
Sorprende ver así, tan arrinconado, a alguien que hasta hace dos días se desplazaba a diario en su jet privado desde su casa de Sevilla a Madrid, se sentaba en el consejo de FCC junto a Esther Koplowitz, presidía Colonial, la compañía que adquirió a la nobleza catalana y la convirtió en la segunda inmobiliaria de la zona euro en sus buenos tiempos…
"De lo más alto, a lo más bajo. De la burbuja al pinchazo inmobiliario. Es el resultado del empresario del pelotazo (de construir viviendas de protección en Sevilla, fue subiendo, adquirió Inmocaral, Colonial...)". Era uno de los chascarrillos de la zona VIP del evento deportivo.
