España

Feijóo asume que Novagalicia ya no tiene futuro en solitario

Alberto Núñez Feijóo entregó la presidencia de Novagalicia a José María Castellano con un único mandato: lograr un futuro en solitario para la entidad. Ese ha sido su gran caballo de batalla desde que llegó a la presidencia de la Xunta y el foco de conflictos continúo con Miguel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España. Desde el pasado viernes, en el PP gallego ya asumen que Novagalicia acabará siendo subastada a otra entidad.

Alberto Núñez Feijóo entregó la presidencia de Novagalicia a José María Castellano con un único mandato: lograr un futuro en solitario para la entidad. Ese ha sido su gran caballo de batalla desde que llegó a la presidencia de la Xunta y el foco de conflictos continúo con Miguel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España. Desde el pasado viernes, en el PP gallego ya asumen que Novagalicia acabará siendo subastada a otra entidad. Los apenas 70 millones de euros que ha conseguido reclutar Castellano entre los empresarios gallegos, de los 300 que llegó a tener comprometidos en algún momento del road show con las grandes familias de la comunidad, suenan a fracaso en los despachos de la Xunta.

“Aunque el FROB es el dueño mayoritario del banco (posee el 93% del accionariado), si Castellano hubiera logrado esa bolsa de 700 a 1.000 millones de inversores que prometió, Alberto (por Feijóo) habría podido mostrarle a Rajoy que Novagalicia podía tener futuro por sí misma. Ahora, es prácticamente imposible”, aseguran a Vozpópuli fuentes del PP gallego. En el partido de Núñez Feijóo siempre han confiado en Castellano como el gestor gallego de prestigio, tras su gran pasado en Inditex, que podía salvar de la venta a Novagalicia. “Amancio Ortega y él (por Castellano) han levantado un emporio de la nada. Esperábamos que los inversores, tanto gallegos, españoles y extranjeros, premiasen esa labor a Castellano, dándole su confianza en el banco. Pero ahora, con solo 70 millones de los de la tierra, todo se complica mucho”, prosiguen las mismas fuentes populares.

El propio Feijóo, hace apenas dos semanas, ya advertía del futuro de Novagalicia si la labor de la nueva cúpula del banco no lograba los frutos deseados."Si se capitaliza tiene todas las posibilidades de seguir siendo una entidad financiera potente, si no se capitaliza tendrá muchas dificultades para seguir siendo una entidad financiera", sentenciaba al término del Consejo de la Xunta, tras ser preguntado si el modelo del nuevo banco tiene futuro o estará abocado a una nueva fusión.

La dura ausencia de Amancio Ortega

La señal que ha hecho sonar las alarmas en el PP gallego ha sido la ausencia de Amancio Ortega entre la bolsa de inversores. “Castellano ha hecho todo lo posible porque entrase en el accionariado, pero ha sido imposible. La presencia de Ortega hubiera servido de efecto llamado. Esperemos que su ausencia no implique todo lo contrario”, prosiguen desde un despacho de la Xunta.

Los empresarios que han puesto esos 70,4 millones son los propietarios de Inveravante (Manuel Jove), Gadisa (familia Tojeiro), Azkar (familia Somoza), Hijos de Rivera, Igalux Innova, Jealsa Rianxeira, Raneve, Rodman, Climagal, Copasa, Coren, Egasa. San José e Inversora Gallega de Cable, así como Manuel Añón. La única cifra que se sabe en detalle es la de este último, que ha comprometido unos 25 millones, el 1% del capital, y que podría ser el primer inversor a título particular. Junto a los anteriores, también han invertido en la entidad el propio presidente, José María Castellano, y su mano derecha, César González-Bueno, que es consejero delegado.

Novagalicia considera "un éxito" el arranque de su plan de capital y el resultado de la primera fase de inversión, "tanto por la calidad de los inversores como por las cantidades aportadas, especialmente en un contexto como el actual de práctica imposibilidad de acceso a los mercados de financiación" y por tratarse de un "proceso único en estos momentos". Sin embargo, desde algún despacho de la entidad, empiezan a sentir que el efecto Castellano “empieza a desincharse”. “No tanto por él”, explican estas fuentes, “sino por lo que ha ocurrido con los cuota partícipes de la CAM y previsiblemente con el resto de accionistas de las entidades que se pongan a la venta. Que al final todas estas inversiones acaban diluidas en los procesos de adjudicación a otras entidades. Es inevitable pensar qué ocurrirá con este dinero si al final el Estado pone en venta Novagalicia”.

Las siguientes fases previstas en la operación de compra de acciones al FROB son el 15 de marzo de 2012, 15 de junio de 2012 y 15 de septiembre de 2012. “La ventana de compra de marzo se ha convertido en determinante”, aseguran desde la entidad. En ese momento deben materializarse las promesas de los inversores extranjeros y fondos norteamericano como JC Flowers. Según diversas fuentes, Castellano tiene comprometidos para esa ventana de compra más de 400 millones. “Sólo tiene alguna posibilidad de conseguirlo si los mercados dan por bueno el modelo de banco malo que prepara actualmente el nuevo gobierno de Rajoy. Si la opción, como así parece, es la fórmula de banco malo establecido en el proceso de venta de la CAM, a través de un Esquema de Protección de Activos (EPA), las posibilidades son mínimas”, explican desde un banco de inversión.

Con estos 70,4 millones de fondos gallegos, estos han adquirido el 2,59% del capital que tiene el Estado. Novacaixagalicia, la antigua caja gallega, se mantiene como accionista dentro del banco con el 6,84% del capital. De esta forma, el Estado se queda con el 90,57% del banco.Al quedar la inversión privada por debajo de la que ostenta la caja (ese 6,84% que aún tiene Novacaixagalicia en el banco), esta no tendrá aún que convertirse en fundación. Si se supera en marzo, entonces sí tendría que hacerlo, como está previsto y ya planifica la Xunta.
 

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