La consultora del economista Nouriel Roubini no ha concedido los 100 días de gracia al Gobierno Rajoy. Ni siquiera ha esperado a sus primeras medidas, que se conocerán pasado mañana, para realizar una valoración. En un reciente artículo, en la firma Roubini Global Economics (RGE) aseguran que el nuevo Gobierno popular no logrará dar la vuelta a la crisis actual y ponen en duda que sea capaz de realizar algo importante a corto plazo. Le señalan como uno de los grandes bluff del próximo 2012. De paso, sacuden a la economía española, vaticinando que lleva ya un trimestre en recesión y que en 2013 precisará de una restructuración de su deuda.
En el documento, titulado EZ pitfalls in 2012, (Las trampas de la Eurozona en 2012), y que incluye la entrada en escena de Rajoy como una de esas trampas, los 5 analistas de Roubini firmantes afirman que “a pesar de su compromiso con la austeridad fiscal y las reformas económicas, no logrará cambiar la situación y será capaz de hacer pocas cosas en este sentido en el corto plazo”.
No sólo por su culpa, sino que el entorno también pesa lo suyo. La falta de una estrategia clara por parte de la Eurozona para salir de la crisis afecta de manera clara a España, “que deberá mantenerse a flote sin suficiente asistencia financiera externa”.
El caso es que el informe continúa con que “creemos que la economía española ya ha entrado en recesión en el último trimestre del año y no vemos PIB positivo en los próximos dos años”. Unas cifras demoledoras, mucho más que las que pronunció anteayer el ministro de Economía, Luis De Guindos, que contempla el decrecimiento para el próximo trimestre y menos duradero, además.
En RGE creen que las medidas de austeridad que pretende tomar Rajoy provocarán un incremento de la tensión social, que a su vez complicará aun más la consolidación fiscal y el plan de reformas.
¿De dónde?
Es aquí donde ponen más en duda la capacidad de gestión del nuevo Ejecutivo. Rajoy ha prometido recortar 16.500 millones de euros en año que viene para cumplir con el objetivo de déficit establecido por la UE. El informe se muestra crítico, ya que “mientras el presidente tiene que explicar en detalle de dónde llegarán los recortes del presupuesto, de momento ya ha prometido no recortar las pensiones ni subir impuestos”. Sin embargo, “quiere reformar y empequeñecer el sector público”.
El reto de Rajoy "es enorme", comentan, pero no le dan demasiadas esperanzas, ya que en la consultora creen que tanto España como Italia no podrán cubrir sus necesidades de financiación por mucho que las autoridades europeas lancen grandes planes de ayuda. Ello les lleva a vaticinar que “vemos una restructuración de la deuda española a finales de 2013”.
Algo que, dicho sin rodeos, es un rescate en toda regla de España y, por supuesto, equivaldría a una nueva convocatoria de elecciones generales. Un escenario truculento.
Antes acertó
Roubini se ha ganado un prestigio enorme por sus predicciones sobre el estallido de la crisis subprime y sus vaticinios sobre la actual crisis financiera. Por desgracia, casi todos sus augurios se han cumplido.
Conviene, sin embargo, romper una pequeña lanza en favor del Gobierno popular. En 1996 se repitió una escena muy similar a la actual: el gabinete de Aznar prometió un recorte de 200.000 millones de pesetas que nadie acertaba a visualizar. El propio ex presidente ha narrado en persona que lo llevaron a cabo personalmente él y el por entonces director de la Oficina Presupuestaria, José Barea, abordando medidas como la congelación del sueldo de los funcionarios y lo demás es conocido por todos: reducción drástica de la prima de riesgo, ingreso en el Euro y mayoría absoluta del PP en 2000. Un poco de tiempo de cortesía por parte de Roubini no habría sido una mala cosa a tenor de este precedente.