Las petroleras Repsol y Cepsa están ajustando la cesta de aprovisionamientos de crudo con nuevos contratos con Rusia, Arabia Saudí, e incluso México, como alternativas a Irán, país que suministra en torno al 13% de la demanda nacional, y que ayer disparó el inicio del conflicto.
Ambas compañías llevan varias semanas trabajando en reorientar el suministro a través de estos países. De hecho, una representación de la petrolera Pemex estuvo la semana pasada en Madrid negociando la venta de crudo pesado a España, según explican a Vozpópuli fuentes conocedoras.
Cepsa no tendría problemas para llegar a un acuerdo con México, pero la situación para Repsol es diferente. La petrolera tendría que limar su relación con la estatal mexicana Pemex (posee un 9,5% de Repsol), tocada después del intento de control de Repsol a raíz del pacto de sindicación de acciones con Sacyr, explican las mismas fuentes. Pemex se ha visto obligada a firmar unas condiciones, como la obligación a permanecer en Repsol con una participación de entre el 5% y el 10% durante diez años, o la ruptura del pacto con Sacyr renunciando a cualquier posible indemnización.
Menos crudo de Irán
Cepsa y Repsol han ido reduciendo la compra de crudo a Irán en las últimas semanas en previsión de una respuesta de este tipo por parte del país persa. En concreto, Repsol compra 65.000 barriles/día y Cepsa importa de Irán 70.000 barriles/día (50% en mercado spot y 50% por contrato).
El embargo europeo de crudo iraní entrará en vigor el 1 de julio, tal y como se anunció a finales de enero, pero Irán puso este miércoles sobre la mesa unas condiciones más duras para la venta de crudo a seis países europeos, entre ellos España.
Tanto Japón como Corea podrían sumarse al embargo de Europa y en este caso, 1,3 millones de barriles por día deberían ser suministrados por otros productores, básicamente por la OPEC. Este cambio de suministradores presionará al alza sobre los precios del crudo y derivará en un estrechamiento de los márgenes del negocio de refino. El precio podría dispararse hasta los 110 dólares el barril este año, y 95 dólares en 2013, según las previsiones de La Caixa.
Los chinos, los compradores del stock
China, a través de la compañía de trading de la petrolera Sinopec, Yuripec, se está haciendo con el crudo que ha dejado de comprar España y otros países de Europa, según fuentes del sector.
El gigante asiático compra el 22% de las exportaciones de crudo de Irán, y este volumen representa sólo el 6% de su demanda nacional. China se resiste a sumarse al dicho embargo dadas sus fuertes necesidades energéticas.