La montaña rusa por la que se mueve la prima de riesgo española vive lejos de sus picos de noviembre de 2011. Del pasado 18 de noviembre, su mayor día de alarma, cuando el termómetro llegó hasta los peligrosos 670 puntos básicos, el bono español se ha acostumbrado a mantenerse en las franjas de los 320-330 puntos básicos. Una 'comodidad' que ha llevado a la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés), motivada por las peticiones de la gran banca española, a plantearse la reducción del colchón del 3% de deuda soberana española impuesto en los test de estrés a las entidades sistémicas, de finales del pasado año.
Esas nuevas necesidades para cubrir el castigo al bono nacional, que se cifraron en 6.290 millones, pueden convertirse en fundamentales para la definición del futuro mapa financiero español. De hecho, según admiten a Vozpópuli en alguna de las cinco entidades sistémicas (Santander, BBVA, Popular, Caixabank y Bankia) que ya han pagado esa factura, el retorno de todo o parte de ese 'buffer' jugará un papel decisivo para fomentar el apetito en la futura ronda de fusiones.
"Son cifras importantes que, en caso de recuperarse, ayudarán a entrar en procesos de compras porque, actualmente, hay mucha cautela a la hora de acudir a una subasta. Se va pero con poca intención de ganar la puja", sostienen desde uno de los grandes. Esta rebaja en las necesidades de provisiones de la cartera de deuda soberana podría venir acompañada de la reducción de la cifra del 9% de capital de máxima calidad que impuso la EBA a las entidades sistémicas europeas. "Ambas medidas se encuentran en fase de estudio por parte de la Autoridad Bancaria Europea", sostiene un analistas que opera en la City londinense.
En el desglose por entidades, el Santander es el que presenta mayor exposición a la deuda española. Su colchón de deuda soberana es de 2.607 millones. En el caso de BBVA, la cifra alcanza los 1.912 millones. Poco más de 850 millones, han sido los requerimientos para el Popular. Mientras, Caixabank y Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia, son las entidades que menos tuvieron que provisionar para este apartado. 566 millones, en la entidad que preside Rodrigo Rato y 358 millones, en el caso del banco dirigido por Isidro Fainé.
La recuperación de este colchón ayudaría a las entidades a reducir o, en algunos casos, practicamente liquidar las nuevas necesidades de provisiones a los activos y préstamos inmobiliarios impuestos por el real decreto de reforma financiera. Así, el Santander destinará este año 2.300 millones a nuevas provisiones. El banco necesitaba EUR6.100 millones en nuevas provisiones, pero ya cargó contra los resultados del año pasado 1.800 millones y tiene un colchón de capital existente de 2.000 millones. Para cubrir los 2.300 millones, Santander dijo que empleará plusvalías por valor de EUR900 millones derivadas de la venta de Banco Santander Colombia, y el resto se obtendrá de plusvalías de otras posibles operaciones y beneficios operativos de este año.
Mientras, las provisiones del ladrillo de BBVA alcanzan los 2.810 millones. Los ejecutivos del banco indicaron que BBVA tratará de hacer esas provisiones "de golpe" en el primer semestre del año. CaixaBank anunció que provisionará 2.436 millones con el mismo propósito. Por su parte, Servihabitat, el holding inmobiliario de La Caixa, matriz de Caixabank, necesita provisionar otros 730 millones.Por su parte, el Popular provisionará 2.600 millones y destinará 850 millones al colchón de capital adicional.