El jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, ha apostado hoy por reformas estructurales para liberalizar los mercados europeos y ha asegurado que la carta suscrita por doce países ante la próxima cumbre de la UE, que no han firmado Alemania ni Francia, "no es un frente de nadie contra nadie".
Rajoy ha respaldado la oportunidad de esta misiva junto al primer ministro británico, David Cameron, otro de los firmantes, ante el convencimiento de que hay que acompañar las políticas de austeridad con iniciativas que fomenten el crecimiento económico.
"No es un frente de nadie contra nadie", sino una carta "buena" y que defiende la necesidad de impulsar un "ambicioso" proyecto de reformas "con determinación y coraje para ponerlas en marcha y no sólo para debatir", ha indicado Rajoy en una rueda de prensa conjunta con Cameron en Downing Street, la residencia oficial del primer ministro británico en Londres.
Cameron y Rajoy son dos de los doce líderes de la Unión Europea que han suscrito la misiva, también firmada por sus homólogos de Italia y Suecia.
Ante el hecho de que ni el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ni canciller alemana, Angela Merkel, la hayan firmado, Cameron ha dejado abierta la posibilidad de que puedan hacerlo en un futuro y ha destacado que "un grupo fuerte de países" la ha respaldado.
Cambios estructurales
"La carta pide que se complete el mercado único" en materia digital, de servicios y energía y que se impulse la innovación, ha indicado el primer ministro británico, del Partido Conservador, en sintonía con lo expresado por el presidente del Gobierno español.
Para Rajoy, es necesario actuar en cuatro frentes diferentes simultáneamente: mantener la disciplina presupuestaria con recortes y ajustes, impulsar reformas para sentar las bases del crecimiento, mantener las medidas monetarias del Banco Central Europeo y poner en marcha cambios estructurales en toda la UE.
El encuentro entre ambos líderes se produce al día siguiente de la aprobación del segundo rescate para Grecia, un país que "ha tomado una decisión" y debe continuar recortando el gasto público y aplicar "duras" medidas fiscales, según Cameron.