El presidente de Portugal, Marcelo Rabelo, visita esta semana de visita a Canarias, donde participará en una agenda con el rey Felipe VI en en actividades como una visita al núcleo fundacional de la ciudad de Las Palmas con motivo de la conferencia anual de la Fundación Cotec.
Rabelo defiende como parte del territorio luso las islas Salvajes, archipiélago al norte de Canarias que siempre fue gestionado por los isleños y que desde 1938, en medio de la Guerra Civil, Portugal gestiona como suyo. Ahora, el territorio Portugal rompe la baraja con España: permitirá actividad económica en las Islas Salvajes, reclamadas por España en la senda económica.
Chega, el Vox portugués, que forma parte del gobierno de Madeira, región a la que Lisboa ha dado el marco competencial de estas islas, ha sellado el acuerdo de gobierno regional con la apertura de las Islas Salvajes a la pesca del atún y que será asumida por el Gobierno regional (PSD) con la tesis de la apertura económica de Salvajes como eje de su pacto.
Por tanto, durante 2024 Salvajes formará parte del marco normativo extractivo luso. España siempre ha mantenido un perfil bajo con este asunto porque no existía explotación de recursos.
Salvajes fue comprada en 1971 sin reconocimiento de España y cedida a Lisboa a cambio de que fuera un paraje natural.
De esta forma, Portugal rompe el compromiso que tendría con España de no explotar estas islas donde el subsuelo minero no ha sido estudiado. WWF no se pronuncia sobre la titularidad española o no de las islas Salvajes pero sí sobre la minería submarina de las regiones insulares lusas.
Para WWF, sobre minería submarina, "si Portugal depende de otros Estados para implementar una moratoria a nivel europeo o global, no ocurre lo mismo con las aguas bajo su jurisdicción" y "semejante decisión tiene el poder de salvaguardar el bienestar, no sólo de las actuales comunidades costeras, sino principalmente de las futuras generaciones".
En las elecciones regionales anticipadas del 26 de mayo, el PSD eligió 19 diputados, a cinco de alcanzar la mayoría absoluta (para lo que se necesitan 24), el PS obtuvo 11, el JPP nueve, Chega cuatro y el CDS-PP dos mientras que IL y PAN eligieron un diputado cada uno. Después de la votación, el PSD firmó un acuerdo parlamentario con los democristianos, pero todavía no alcanzaba la mayoría absoluta. Y ahí apareció Chega poniendo sobre la mesa la apertura económica de islas Salvajes para el lucrativo negocio del atún, que en el caso de la pesca artesanal de Lanzarote en Japón se compra a precios astronómicos.
WWF ha advertido que la llegada de la pesca en Salvajes es una "aberración indeseable" y desarrollar negocios en la isla con actividades extractivas "es altamente preocupante, en este momento es crucial demostrar firmeza y liderazgo".
España hasta ahora no había movido ficha sobre Salvajes al considerar que son "rocas" sin actividad económica. Portugal defiende que son islas con capacidad de autofinanciación y tiene desplegado en este espacio una frontera virtual con equipamiento electrónico de la Marina Portuguesa. Las islas están más cerca de Canarias que de Madeira.
A modo de ejemplo en el año 1668 hubo una línea marítima promovida por un empresario flamenco en Gran Canaria, Comelio Jacome, que hacía trayectos para capturar fauna, hecho al que se sumaron los empresarios de La Palma, Bartolomé Carrillo del Castillo Leg y Andres Rosales. En 1671 el empresario de La Orotava Jose Benitez tenía un barco que hacía trayectos previa escala en Lanzarote rumbo a Salvajes.
El partido hermano de Chega en España, Vox, preguntó al Gobierno en 2020 sobre los intereses económicos de Portugal en islas Salvajes. En 2017 el Gobierno central respondió a dos diputados del PSOE que "España, aplicando su propia doctrina en relación con la Isla de Alborán, no reconoce a las Islas Salvajes portuguesas más que una zona de seguridad, el mar territorial, por ser unos islotes deshabitados sin vida económica propia. Este hecho supone una dificultad para esta delimitación debido al distinto criterio que mantienen los portugueses".
Este verano de 2024 las cosas han cambiado por primera vez en décadas. El bloque derechista ha confirmado que "está en proceso de garantizar desde el Gobierno regional la apertura de las aguas marítimas en torno a Salvajes a la pesca del atún y el barrilete. La medida es una de varias que están siendo negociadas por el partido en el marco de las discusiones sobre el presupuesto regional, y ya existe un entendimiento de principio entre Chega y el gobierno de que será asumida", dice el comunicado.
En marzo de 2022, Salvajes se convirtió en la mayor zona marina con protección total del Atlántico Norte, después de que el ejecutivo de Madeira (PSD/CDS-PP) decretase su ampliación. La reserva fue ampliada de 92 a 2.677 kilómetros cuadrados, en un área de 12 millas náuticas alrededor de las islas, en las que está prohibida la pesca y cualquier otra actividad extractiva. Chega recuerda que ha insistido en abrir Salvajes a la pesca del atún y del barrilete desde la legislatura anterior, destacando que la actual configuración parlamentaria "ha dado un mayor poder de influencia al partido [...], que ahora utiliza para materializar un objetivo de larga data que constituye su compromiso con los pescadores" con la expectativa de que "el cambio de la ley pueda producirse a finales de este año".
"La pesca del atún, que se realiza de forma artesanal y con embarcaciones tradicionales, no constituye una fuente de desequilibrio en el medio marino alrededor de Salvajes. Además, estamos hablando de peces pelágicos, cuya captura marca la diferencia en la vida de las familias. dedicada a la pesca", argumenta el presidente de Chega Madeira, Miguel Castro. El diputado regional también destaca que este "logro inminente de Chega, así como la implementación de otras propuestas partidistas que ya se están negociando, sólo es posible porque Chega está sabiendo aprovechar la posición de influencia que tiene actualmente en la Asamblea", señala la formación.
"Estamos usando las cartas que tenemos para favorecer nuestras posiciones. Desechar todo y empezar de nuevo puede que no nos dé el poder y la influencia que tenemos ahora, por lo que tenemos que saber cómo estar en el parlamento de manera inteligente para poder aprobar medidas que sean bueno para los madeirenses, como es el que estamos a punto de garantizar", señala Miguel Castro, líder de Chega en Madeira.
