El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha revocado este martes el arresto domiciliario de la hija del expresidente de Banesto Mario Conde, Alejandra, y ha decretado su puesta en libertad previa fianza en metálico o por aval bancario de 200.000 euros al considerar que no perjudicará a la causa.
El instructor de la operación 'Fénix', que investiga al exbanquero y su entorno por el presunto blanqueo de 13,06 millones de euros procedentes de los casos Banesto y Argentia Trust, ha acordado para ella su comparecencia semanal ante el juzgado, la prohibición de salir de España y la retirada del pasaporte. Como también ocurriese con su padre, en libertad provisional desde el pasado viernes, Alejandra Conde deberá facilitar un teléfono móvil donde esté localizable para las autoridades cuantas veces como requieran, tal y como recoge la agencia Efe.
Mario Conde abandonó la cárcel el pasado viernes tras abonar una fianza de 300.000 euros
Según explica el juez Pedraz en su auto, la libertad de la hija del exbanquero, en arresto domiciliario desde el pasado 13 de abril al ser considerada coartífice de la trama, no perjudica el curso de la instrucción, ya que "se han practicado las diligencias urgentes" necesarias. A la espera del depósito de la fianza, el magistrado ya ha reconsiderado la situación personal de los tres únicos investigados para los que decretó prisión incondicional, después de que hace dos semanas lo hiciera con el abogado de la familia Conde, Francisco Javier de la Vega, tras abonar 100.000 euros.
Tras De la Vega, fue el propio Conde quien abandonó la cárcel madrileña de Soto del Real previa transferencia de 300.000 euros en concepto de fianza, tras la negativa de la Fiscalía a validar el aval hipotecario aportado por dos amigos del exbanquero. A ellos, además de a otra docena de personas de su entorno, se les atribuye pertenencia a grupo criminal, alzamiento de bienes, ocho delitos fiscales y el presunto blanqueo de más de 13 millones de euros procedentes de las responsabilidades civiles de los casos Banesto y Argentia Trust, por los que Mario Conde fue condenado en los noventa y que no satisfizo íntegramente.
En concreto, las pesquisas, que se remontan a 2011, apuntan a que Conde repatrió esta cantidad a través de sociedades pantalla ubicadas tanto en España como en otros países, entre ellos Luxemburgo e Italia. Con este dinero, apunta la investigación, el exbanquero y su familia mantuvieron un "elevado tren de vida", a pesar de haberse declarado insolvente.