"No nos podemos permitir un Gobierno torpe, insensible y mentiroso. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho que hay 500.000 trabajadores en B. Ella, del PP, que lleva 20 años en B. Era falso y han tenido que rectificar. Torpe, insensible y mentiroso. No nos podemos permitir el gobierno que tenemos", ha dicho el líder del Partido Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, en Bilbao, donde ha participado en la clausura de la conferencia política de las Juventudes Socialistas junto con el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, y dirigentes de la formación en Euskadi.
Tras indicar que el Ejecutivo utiliza la crisis económica "como una coartada", ha rechazado la reforma laboral y la LOMCE, que ha reiterado que no se va a llegar a aplicar porque "una mayoría distinta se ha comprometido a derogarla".
"La ley Wert no se va a aplicar. Al Gobierno le quedan dos años y después habrá una mayoría distinta que ya se ha comprometido a derogarla. En el primer pleno de la siguiente legislatura esa mayoría presentará una proposición de ley que tenga un solo artículo que diga 'queda derogada la Ley Wert'; se acabó", ha anunciado. Asimismo, ha acusado a la LOMCE de ser una ley "profundamente ideológica", motivo por el que carece de apoyos.
También ha recordado que la LOMCE "se cambia con una ley, al igual que la reforma laboral y la privatización de los hospitales" y para ello "estamos preparando un nuevo PSOE que recupere la palabra cambio". Además, ha subrayado que la ley de reforma de la administración local "atenta contra la autonomía municipal" y ha augurado que se está ante otra ley que "va camino del desfiladero". "Va a morir la próxima legislatura", ha añadido.
Acuerdos con la Santa Sede
Durante su intervención, Rubalcaba también ha anunciado que el PSOE incluirá en su programa la revisión de los acuerdos con la Santa Sede y se ha comprometido ante los jóvenes socialistas a "darles satisfacción" en su reclamación de que se revise el Concordato. "Vamos a aprobar la revisión del acuerdo y vamos a plantear un modelo de educación religiosa que sea consistente con nuestro Estado, que es aconfesional", ha manifestado.
En este contexto, ha defendido que es necesario "revisar los acuerdos con la Santa Sede", pero no por ser una "cuestión de clericales contra anticlericales". "Defendemos a los padres que quieren que sus hijos tengan una educación católica y los que no quieren ninguna. Defendemos a todos. Eso es la laicidad, el máximo respeto a la creencia que cada cual quiere tener", ha argumentado.
Asimismo, ha defendido la validez del modelo educativo europeo de tal forma que los alumnos que quieran estudiar la asignatura de religión la reciban "después de clase" y el que "no quiera se vaya". "Vamos a aprobar un modelo de educación religiosa que sea consistente con nuestro Estado, que es aconfesional", ha indicado, para añadir, no obstante, que "el hecho religioso hay que enseñarlo en la escuela" por parte del "profesor de historia o filosofía".
Respecto a la posibilidad de realizar cambios en la Carta Magna, ha remarcado que "si se quiere la Constitución, lo mejor que se puede hacer es adaptarla, cambiarla para que los tiempos la preserven en lo sustantivo". "Cuando proponemos cambiarla en algunos aspectos hacemos un ejercicio de defensa de la Carta Magna", ha valorado.
"La Constitución la votaron los que ahora tienen más de 50 años. A partir de ahí no la ha votado nadie y hay un principio constitucional que dice que una generación no puede imponer su modo de vida sistemáticamente al resto", ha argumentado.