Salvar los restos de las sucesivas debacles electorales es el objetivo con el que Ciudadanos afronta las elecciones andaluzas y lo hacen con la esperanza de lograr los escaños necesarios para ser determinantes en el gobierno de Juanma Moreno, al que todas las encuestas dan como ganador, y poder resistir en 2023.
Son las mismas encuestas que sitúan a los 'naranjas' al borde de la desaparición en el Parlamento andaluz, donde solo obtendría un 4,9% de los votos y entre dos y tres escaños en el mejor de los escenarios, después de irrumpir en 2018 con 21 diputados y entrar en el Ejecutivo con el PP.
Todo apunta a que en Andalucía perderán su último reducto, encadenando su enésima derrota electoral en algo más de dos años y tras perder los gobiernos de Murcia, Madrid -incluso en la comunidad madrileña salieron de la Asamblea autonómica- y Castilla y León, donde en los comicios de febrero pasado solo lograron retener un escaño de los 12 que tenían.
En este contexto tan adverso, el partido liberal intenta sacar la cabeza para hacer atractiva una oferta política que cada vez es más invisible por sus propios avatares y también por el empuje de Vox, que podría ser su sustituto en el palacio de San Telmo, aunque el PP se aproxima a un gobierno en solitario, de acuerdo con algunos sondeos.
Si bien Ciudadanos es consciente de que el bajón va a ser notable el 19 de junio, confían en que les irá mejor que en Castilla y León y en que puedan tener un resultado que les permita coger un poco de aire de cara a las próximas generales para seguir en el Congreso y poder marcar agenda.
Igual que hacen otras fuerzas minoritarias y como han hecho ellos mismos durante esta legislatura, recuerdan, con sus nueve diputados al convertirse en pieza clave para sacar adelante, por ejemplo, los estados de alarma durante la primera fase de la pandemia, la reforma laboral, la ley audiovisual o la eutanasia.
Los 'naranjas' no se darán por enterrados porque les quedará la oportunidad de las generales y si en 2023 no lograran mantener la representación en el Congreso tampoco darían por rematado el proyecto.
Ahora el Gobierno también les está buscando para la ley de planes de pensiones de empleo y eso es justo lo que van a pelear, mantenerse a flote y tener ese papel de "partido de equilibrio y de sentido común" -como normalmente se reivindican- para sacar adelante todas aquellas cuestiones de Estado necesarias o las que consideran beneficiosas para los españoles.
Pero antes de pasar a la página de las generales, tienen la cita con las urnas en Andalucía, en las que la líder de Cs, Inés Arrimadas, que se volcará en la campaña, ya está promocionando su formación como la única garantía para mantener las políticas sociales y económicas, que, según ellos, han mejorado la vida de los andaluces.
Ciudadanos seguiría intentándolo tras las elecciones andaluzas
Van a poner el foco en hacer valer el "sello naranja" de los avances y logros conseguidos en el Ejecutivo de coalición con Juanma Moreno y en la necesidad de que los andaluces vuelvan a confiar en ellos para mantenerles una legislatura más y completar el cambio iniciado tras desbancar a los socialistas después de cuarenta años.
Si no lo consiguen, Ciudadanos no se dará por enterrado todavía porque les quedará la oportunidad de las generales, afirman, y si en 2023 no lograran mantener la representación en el Congreso tampoco darían por rematado el proyecto 'naranja' aferrándose a la posibilidad de que puedan correr la misma suerte que los liberales alemanes.
Estos se quedaron fuera del Bundestag (el Parlamento) en las elecciones federales de 2013, volvieron en 2017 y en los comicios de 2021 entraron en el gobierno socialdemócrata con cuatro carteras.
Alicia López (EFE).