La política andaluza anda como avispero revuelto. Todo o nada podría cambiar en las próximas semanas. Tras la reunión en Moncloa de Moreno Bonilla para trata la financiación autonómica, el presidente andaluz ha citado, uno a uno en el Palacio de San Telmo, al resto de líderes políticos andaluces.
El PP, ante la que considera colusión de Cataluña, se ha propuesto generar una dinámica interna. Así se lo hizo saber este lunes Moreno Bonilla a todos los líderes parlamentarios andaluces. En orden de representación parlamentaria creciente, el mandatario se citó con Adelante Andalucía, Por Andalucía, Vox, PSOE y el propio PP.
Pretendía darles a conocer los detalles de su reunión con Sánchez en la Moncloa. Sin embargo, la denominada por el andaluz como cita “de las manos vacías” fue solo la excusa. Moreno Bonilla propone iniciar el diálogo en torno a diez ejes prioritarios para Andalucía. La Junta pretende contraprogramar a Sánchez con un “frente común por los intereses de Andalucía y la defensa de su igualdad”. Esa es la apuesta de Moreno Bonilla que podría generar un paisaje político inédito en todo el mapa español.
Pero la oposición no le baila el agua. El resto de opositores, tras su encuentro, no han hecho ni siquiera alusión a esa hoja de ruta con la que Moreno Bonilla contraprograma el debate del modelo de financiación (el cupo no-cupo de ERC). De hecho, han repetido los mismos reproches que hizo Moreno Bonilla la semana pasada a Sánchez.
Una "oportunidad perdida"
Ahora, los invitados al Palacio criticaron ser convocados bilateralmente y sin un orden del día ni objetivo claro. Destaca la crítica de Juan Espadas, líder de los socialistas andaluces, que señaló la “incoherencia” de Moreno Bonilla. Por un lado, por la “oportunidad perdida” para resolver los problemas de infrafinanciación en los que se escuda la Junta. Por otro, Espadas denuncia los números. “No existe ese agujero fiscal –de 25.000 millones de euros que denuncia la Junta - que provocaría el acuerdo fiscal con Cataluña”.
El socialista ha reprochado al presidente de la Junta que haya ido a Madrid a defender a su partido y no a Andalucía y afirma que su comunidad “no tiene un problema de financiación, sino de gestión”. El socialista destaca que, con el gobierno de Sánchez, Andalucía tiene un 48% de financiación más, “financiación récord”, dice en referencia a la dotación que llega, tanto de Presupuestos Generales del Estado como desde los Fondos europeos estructurales.
Sin embargo, desde las filas populares llevan meses afeando lo que denominan relato sanchista, porque integra en estos montanes millonarias tributos y cargas fiscales que por Ley corresponden a Andalucía como, por ejemplo, la recaudación del IVA que recopila el Estado para luego redirigirla a los territorios, “no son dádivas de Sánchez”, dicen los populares.
La hemeroteca ha hecho intervención tras esta ronda de bis a bis. En 2018, el Parlamento de Andalucía, la consejera de Hacienda ratificó un pacto. Era la actual vicepresidenta María Jesús Montero. El acuerdo ya establecía unas nuevas normas de financiación que daban más fondos para Andalucía, admitiendo que el actual modelo es insuficiente y obsoleto para Andalucía, pero Moreno “ha perdido la oportunidad de ser rescatado ahora”, dice Espadas.
Para el PSOE, se está perdiendo la posibilidad de volver a negociar la financiación que denuncia padecer Moreno Bonilla, más en el contexto de aprobación de la estabilidad presupuestaria en el Congreso de los Diputados.
Si Moreno Bonilla trasladó el viernes 100 peticiones a Pedro Sánchez, aunque con cero esperanzas -decían desde la Junta- ahora Juan Espadas ha entregado un documento con 250 promesas incumplidas de la era de Moreno Bonilla.
Espadas ha especificado propuestas que los socialistas quieren hacer prosperar en este nuevo impulso reformados. La prioridad sería asegurar los servicios sociales. Espadas detalla como la anterior crisis y las políticas de austeridad dejaron una deuda milmillonaria que aún asfixia a la Junta.
Por ello, “sobre todo ahora, que estamos en época de bonanza”, el socialista pide a la Junta que se llegue a un nuevo acuerdo para blindar servicios, y que cuando no haya posible financiación autonómica sea el Estado el que asume el coste del 7% de la sanidad, 5% de la educación y “2% de los servicios sociales. En estos ámbitos, la Junta admite no dar abasto para cumplir con lo público.
Nadie está a gusto con la bilateralidad
Si la semana pasada era Moreno Bonilla el que lamentaba que Pedro Sánchez apostara por la bilateralidad con encuentros cara a cara, este lunes han sido el resto de portavoces parlamentarios andaluces los que han hecho el mismo reproche a escala autonómica. Maribel Mora o Inmaculada Nieto, de Adelante y Por Andalucía, han tildado las reuniones de inútiles.
“No entendemos que la Junta renuncie a los mecanismos que nos permite el Estatuto, la bilateralidad en este aspecto no es incompatible”, dice Nieto, refiriéndose a que Andalucía legalmente también puede aspirar a una gestión y recaudación fiscal plena, que le brindaría más oportunidades.
Por su parte, Mora lamenta que la Junta haya optado por enfatizar la oportunidad perdida en alusión a la capacidad de recaudación del IVA, desde la izquierda andaluza abogan por que “la riqueza que se genere en Andalucía tribute aquí”. Ambas recalcan su mensaje, Moreno Bonilla deja pasar el tren de la negociación por acatar la "estrategia de Feijóo, pero no es la estrategia que beneficia a Andalucía".
Vox, finalmente, ha descalificado el capítulo vivido el lunes 23 en el Palacio de San Telmo. Manuel Gavira lamenta que Moreno Bonilla haya sido “leal con alguien desleal”. Para los de Abascal, Moreno Bonilla no debería haberse reunido con Sánchez. El problema de fondo, según Vox, radica en el sistema de distribución de las autonomías que deriva en lo que define el “cupo separatista, que no cupo catalán”.