"Carromero, asesino". "Carromero dimisión". Decenas de ciudadanos irrumpieron el pasado martes en el Pleno del Distrito de Moratalaz, al este de la capital, para protestar contra el reingreso de Ángel María Carromero como asesor del Ayuntamiento de Madrid y contra las políticas del Partido Popular. Se trata de la segunda asonada popular en el barrio contra el consejero municipal, dirigente de Nuevas Generaciones y recluido en Cuba entre julio y diciembre del año pasado por el "homicidio imprudente" que costó la vida a dos disidentes, entre ellos el célebre Oswaldo Payá.
La protesta, a la que asistió una treintena de personas según algunas partes consultadas por este medio, impidió continuar celebrando la Junta de Moratalaz, que solo duró diez minutos. Todos los grupos presentes en el pleno (PP, PSOE, IU y UPyD) acordaron pacíficamente suspender la sesión sine die, según reportó este miércoles el digital regional Madriddiario.
La inesperada irrupción de los manifestantes no fue oficialmente reivindicada por nadie, aunque a ella acudieron vecinos e incluso indignados del 15-M. Carromero, que se incorporó el 15 de enero a su trabajo como asesor de la concejal Begoña Larraínzar con un salario de 50.000 euros anuales, ya pasó un trago desagradable el 28 de ese mismo mes a la puerta de la Junta, cuando un grupo de personas más numeroso que el del martes se personó con una pancarta "contra el despilfarro público municipal". En aquella ocasión sí hubo convocantes, que fueron casi todos los sindicatos municipales: CCOO, UGT, CGT, USO, Citam, CSIT…
La protesta no subió de tono, porque la Junta se suspendió sin más, sin necesidad de llamar a la Policía Local. Lo que sí subió de tono fueron los gritos, que pasaron de "Carromero dimisión" a "Vosotros fascistas sois los terroristas" o "Tenéis las manos manchadas de sangre". Allí presente, el joven político de 26 años fue increpado sucesivas veces.
Lo que para la oposición madrileña y los sindicatos es un escándalo, para el PP regional es un acto de libertad. Carromero fue apresado el pasado 22 de julio en Cuba por la muerte accidental de los dos disidentes. Su regreso a España se produjo el 29 de diciembre. Desde entonces, el cachorro popular ha sorteado con increíble velocidad todos los trámites penitenciarios, para envidia del resto de reclusos.
Su extradición ha estado marcada por numerosas acusaciones de favoritismo: el 11 de enero recibió el tercer gra do, que le permitió dejar la prisión de Segovia por un centro de inserción en Madrid; pocos días después fue trasladado de lugar de trabajo junto a la edil Larraínzar a un tranquilo edificio cercano a la M-30 porque la sede de Moratalaz amenazaba de derrumbe (el resto de compañeros fue alojado en un inmueble contiguo al viejo); finalmente, el 14 de febrero Carromero fue obsequiado con la pulsera telemática y con el permiso para no volver a dormir en el centro de inserción. Para acabar, el PP de Madrid anima Génova a emprender una investigación internacional sobre el caso que el Gobierno descarta de plano. Esperanza Aguirre reclama el indulto total para Carromero.
