La Fiscalía Anticorrupción quiere volver a implicar en el caso Villarejo a dos exaltos cargos de Iberdrola. El Ministerio Público ha recurrido la decisión del magistrado Manuel García Castellón de sacar de esta macrocausa de espionaje al que fuera número dos de la eléctrica, Fernando Becker, y al exjefe de gabinete de Presidencia, Rafael Orbegozo. Los fiscales sostienen que es un archivo prematuro y que "se confirman los indicios" de que el presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, también estaría al tanto de los trabajos de José Manuel Villarejo.
De esta forma, el Ministerio Público expone en dos recursos de apelación que se debe esperar a que concluya la investigación que se sigue en esta pieza decimoséptima de la causa para decidir sobre los dos directivos de Sánchez Galán. En los escritos, avanzados por Vozpópuli, Anticorrupción insiste en que se trata de una decisión precipitada ya que hay documentos que obran en la causa que les implican en los encargos de Iberdrola el Grupo Cenyt. La decisión final está en manos de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
En lo que respecta a Becker -expresidente de Iberdrola España- los fiscales apuntan al conocimiento que tendría del proyecto Arrow (el primer encargo de la eléctrica a Villarejo en 2004) y del proyecto BlackBoard (relativo a un presunto espionaje a Manuel Pizarro). Pese a que este exdirectivo se desligó de cualquier trabajo y de que el magistrado le archivó la causa alegando que no había prueba alguna que le implicase en las contrataciones, los fiscales insisten en que hay documental en el sumario que apunta a una dirección contraria.
La contratación de Villarejo
En concreto aluden al famoso informe que elaboró el exjefe de Funciones Corporativas, José Antonio del Olmo, relativo al presunto pago irregular a Villarejo del primer encargo de Iberdrola. El antiguo controller redactó un documento a finales de ese mismo año y lo llevó ante notario. En su informe alertaba de pagos triangulares al entramado del comisario jubilado y dijo que estaban al tanto de estas actividades "anómalas" altos cargos como el exdirector de Seguridad Antonio Asenjo, el actual presidente Sánchez Galán y Becker, que entonces jefe de Recursos Humanos.
Anticorrupción insiste en que Del Olmo -también imputado en la causa- ya plasmó sus dudas acerca de estas facturas y que no las pudo comprobar dado su "carácter reservado". Al hilo razonó que se sintió "presionado" para aceptar el pago por al referencia "constante" que se hacía al interés personal que Sánchez Galán -en el momento de los hechos consejero delegado de Iberdrola- mostraba. Fiscalía apela también a las confesiones de Del Olmo en una de sus primeras comparecencias en la Audiencia Nacional en 2019.
Las firmas de Orbegozo confirman los indicios respecto al conocimiento de Sánchez Galán a los contratos de los encargos sobre un presunto espionaje a Florentino Pérez
Este exdirectivo, convertido en el principal enemigo de Iberdrola, aseguró que existió otra factura de 93.400 euros de 2005 y que también le pareció sospechosa. Las dudas sobre este pago, que vendría a responder a un espionaje al entonces presidente de Endesa, llevaron a Del Olmo a comentar el asunto con su superior, José Luis San Pedro, a quien le dijo que esta facturas las había firmado Becker. Éste reconoció en su interrogatorio en la Audiencia Nacional que autorizó los abonos, pero se desligó de cualquier irregularidad.
"Penetración en el entorno de Florentino"
En lo que respecta a Orbegozo, Anticorrupción sostiene que no se le atribuye conocimiento en la contratación de Villarejo, sino en la firma de facturas para autorizar los pagos. Al igual que ocurrió con Becker, Orbegozo se desligó del comisario jubilado y de los proyectos acometidos en 2009, relativos a un presunto espionaje a Florentino Pérez. Según dijo, el gabinete de Presidencia que él dirigía nunca supo nada de este asunto. Si visó las facturas fue porque eran sobre un dispositivo de seguridad de altos cargos de la empresa que autorizó tras comprobar que los viajes en cuestión se habían realizado.
El magistrado, pese a que en sede judicial le advirtió de que se trataba de hechos gravísimos, le archivó la causa el pasado mes de marzo alegando que no había indicios de calado en su contra y que no le podía mantener investigado "tan solo por el cargo que ocupaba".
Sin embargo, la Fiscalía solicita a la Sala de lo Penal que revoque la decisión del juez del caso Villarejo y que le vuelva a imputar por dar luz verde a las facturas sobre los proyectos Gipsy y Posy. El primero tuvo como objetivo investigar a un exdirectivo de Iberdrola ante las sospechas de que tenía vínculos con Florentino Pérez, mientras que el segundo se habría centrado en "investigar directamente" al presidente de ACS.
Aunque Iberdrola ha reiterado en numerosas ocasiones que nunca se encargó un espionaje a Villarejo relacionado con el presidente del Real Madrid, la Fiscalía mantiene que pudo haber dos pagos en 2009 por este trabajo y que se habrían camuflado con otros conceptos. Se amparan, principalmente, en la documental sobre el empresario que atesoraba el policía y en los proyectos que redactó donde le mencionaba con el apodo de 'Flo'.
Los indicios contra Sánchez Galán
Así, en informes preliminares incautados en el ordenador de Villarejo, aparecen referencias al empresario tales como "verificar si SANTI tiene relaciones con el entorno de FLORENTINO" o que se había puesto en marcha una "estrategia de penetración al entorno de FLO" además de "nuevas líneas de trabajo para la búsqueda de datos sensibles" que le afectasen directamente o a su entorno más directo. Al respecto, la Fiscalía apunta directamente a las dos facturas de 2009 (año en que se habrían desarrollado los proyectos Posy y Gipsy) y mantiene el foco en Orbegozo por ser el que las firmó.
"En 2009 Ignacio Sánchez Galán ocupaba ya el puesto de presidente y Rafael Orbegozo era jefe de gabinete de Presidencia", reza Anticorrupción en su recurso en el que recuerda que Del Olmo declaró en sede judicial sobre este asunto. Según dijo el exjefe de Seguridad le comentó que tenía un trabajo "del que solo tenía conocimiento Sánchez Galán y que, antes de proceder a su pago, las facturas fueran firmadas por Orbegozo, lo que así sucedió. "De este modo se corroboró la versión de Del Olmo y se volvía a confirmar los indicios respecto a la confidencialidad de los trabajos y el conocimiento que de los mismos pudiera tener Ignacio Sánchez Galán", concluye la Fiscalía.