El futuro lendakari, salido de las elecciones del pasado 21 de octubre, Íñigo Urkullu, reprochó a Artur Mas que cogiera la bandera del pacto fiscal después de que su partido, CiU, no peleara el concierto económico ni durante la negociación del texto constitucional, entre 1977 y 1978, ni tampoco en la redacción del estatuto catalán de autonomía, de 1979. Artur Mas siempre se ha aferrado a la negativa de Mariano Rajoy a aceptar un concierto económico como el vasco para justificar la andanada soberanista en que se ha metido. Pero ese debate en torno al "todo o nada" del que habla el inquilino de la Moncloa, esa propuesta de máximos con la que el presidente de la Generalitat se presentó en Moncloa el 20 de septiembre, tuvo un antecedente hace más de treinta años, que fue lo que le reprochó Urkullu, según ha podido ser Vozpópuli.
Es cierto que aquello no fue responsabilidad de Artur Mas sino de dos dirigentes que el pasado mes de abril lamentaron no haber puesto esa condición sobre la mesa: el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y el padre constitucional Miquel Roca. Ambos alegaron que aunque Convergencia era partidaria del modelo vasco, los catalanes del PSC y del PSUC, además de intelectuales, lo rechazaron por considerarlo insolidario. Lo cierto es que el discurso entonces de los nacionalistas catalanes era controlar el gasto pero no asumir la corresponsabilidad de la ingrata recaudación, que se dejó gustoso al gobierno central. Detrás hubo, además, la advertencia que les hizo el entonces presidente del gobierno preautonómico, Josep Tarradellas, sobre el riesgo de perder apoyo electoral
La entrevista entre ambos dirigentes nacionalistas, el pasado 28 de septiembre en la sede del Gobierno catalán tuvo momentos de cierta aspereza. Al reproche de Urkullu se sumó también una invitación a desarrollar tras los comicios del 25 de noviembre una estrategia conjunta, o lo que el vasco ha definido "recorrer juntos el camino del reconocimiento de los hechos nacionales de Euskadi y Cataluña por parte del Estado". La propuesta del que será investido lendakari próximanente fue respondida en un principio con el silencio por parte de Mas quien intentó explicar su proyecto afirmando que, incluso, tenía cabida la Corona puesto que el Principe Felipe lo es también de Girona, tal y como informó este periódico. Dicho argumento lo ha esgrimido Mas ante otros interlocutores. Finalmente, parece que Mas se sumará a esa especie de frente común ante su más que probable triunfo en las urnas el próximo 25 de noviembre, aunque el discurso de Urkullu y del nacionalismo vasco está siendo mucho más moderado que el de su compañero de viaje.
Urkullu culminará mañana con el PP y UPyD la primera ronda de contactos con los partidos de la oposición antes del debate de investidura
El presidente de la Generalitat pretendió dar a esta entrevista un carácter mucho más discreto del que luego tuvo, frente a un Urkullu que acudió hasta con un fotógrafo del partido, que fue el único que captó varias instantáneas de las dos personas que tienen en sus manos el centro del debate político para los próximos años. Urkullu inició ayer la ronda de conversaciones con los partidos de la oposición tras su triunfo electoral. Arrancó con Bildu y el PSE, mientras que las reuniones con el PP y UPyD tendrán lugar mañana. El portavoz de los socialistas vascos, José Antonio Pastor, anunció tras la entrevista que el PSE-EE "no impedirá" la propuesta de nombramiento de Iñigo Urkullu (PNV) como lehendakari al entender que es el "claro ganador" de los comicios autonómicos. Explicó que el PSE presentará candidato a lehendakari y "facilitará la mayor rapidez en el ámbito de traspaso de poderes del actual Gobierno vasco al siguiente", informa Efe.