Las croquetas de Casa Manolo, la ensaladilla de El Barril de las Cortes, el arroz del Paradís, las alcachofas de La Huerta de Tudela, el cochinillo de El Rincón de Esteban, las lentejas y el escalope de La Ancha... Los bares y restaurantes más frecuentados por los diputados por su carta, atención y cercanía al Congreso comienzan a resurgir tras el 'cerrojazo' y los límites de aforo promovidos por Meritxell Batet y aprobados por la Mesa desde la declaración del primer estado de alarma. No todos. Decenas de establecimientos se han visto obligados a echar el cierre por la falta de ingresos derivada de la pandemia y por las sucesivas restricciones.
Las croquetas de Casa Manolo representan uno de los mayores consensos políticos de las últimas legislaturas. Todos los partidos les dan luz verde
"No hemos podido abrir hasta el pasado 2 de septiembre", explica Alfonso Seijo a Vozpópuli. Es uno de los tres dueños del emblemático Casa Manolo. Por allí han desfilado todos los presidentes de la democracia y cuenta la leyenda que la Constitución de 1978 fue prácticamente pactada en uno de sus salones. Sus croquetas representan uno de los mayores consensos políticos de las últimas legislaturas. Todos los partidos les dan luz verde, pero también tienen clientela procedente del Teatro Alcázar o del Círculo de Bellas Artes.
"La ausencia de diputados en el Congreso se ha notado mucho. No podían venir a los plenos ni a las comisiones, por lo que nos ha afectado mucho. Ponemos muchos desayunos, pero también vienen a comer o a tomar el aperitivo. Entre los platos que más consumen están las croquetas, aunque algunos se decantan por la casquería. Tenemos callos, lengua, riñones... Además de parlamentarios, también viene mucha gente antes o después de ir al teatro o al Círculo de Bellas Artes y otros sitios que están por la zona", explica Alfonso. Y añade: "No entiendo que desde este viernes se pueda bailar de nuevo en las discotecas pero no consumir de pie en las barras". Una medida anunciada recientemente por Ayuso.
Otros bares clásicos de la zona
A diferencia de otros hosteleros, los del Barrio Las Letras no suelen contar con bares demasiado amplios ni mucho menos con metros de calle para improvisar terrazas. El interior representa el 100% de la mayoría de los negocios. Además, la barra es un elemento clave para las tabernas de la zona porque representa un buen pellizco en la facturación. Desde la irrupción del coronavirus no se ha permitido consumir en ellas y desde el pasado 4 de octubre solo si se está sentado en un taburete.
Luis Alberto es camarero de barra en El Barril de las Cortes. "Se ha notado mucho la pérdida de ingresos por la falta de turistas y de diputados. El aforo limitado del Congreso ha tenido su efecto. Aunque pertenecemos a un grupo fuerte, el Grupo Oter, ha habido algún día con cero clientes", explica.
Hay que tener en cuenta que en la zona de Las Cortes no vive tanta gente. Aparte del Congreso, hay muchas oficinas, hostales, hoteles y teatros... Pero no hay tantas viviendas
"Hay que tener en cuenta que en la zona de Las Cortes no vive tanta gente. Aparte del Congreso, hay muchas oficinas, hostales, hoteles y teatros... Pero no hay tantas viviendas como en otros barrios ni posibilidad de montar terrazas", aclara a este medio.
Desde El Barril apuntan que los diputados que viven en otras provincias son asiduos a este y a otros bares. "Muchos se quedan en hoteles cuando vienen y suelen comer, cenar o simplemente tomar algo", dice. "La mayoría de las veces tienen prisa por el tema de las votaciones, así que suelen elegir platos como la ensaladilla rusa, las alcachofas o la tortilla de merluza y puerros. Aunque nuestros platos estrella son los arroces y pescados", señala. Por allí han pasado parlamentarios de todos los partidos. Desde Adriana Lastra a Santiago Abascal pasando por Cuca Gamarra.
Menos terrazas que otros barrios
En el restaurante La Ancha, en la calle Zorrilla, reconocen que el cierre del Congreso se ha notado en las reservas. Diputados de todos los partidos y periodistas de todos los medios son asiduos, pero también funcionarios públicos que trabajan en otras instituciones cercanas. La carta de La Ancha cambia a diario, por lo que sus trabajadores aseguran que no podrían indicar un solo plato preferido de los parlamentarios. Aunque las lentejas, la ensalada de colas de cangrejo y las lentejas tienen votos a favor de casi todo el arco parlamentario.
"En Madrid, los hosteleros hemos tenido algo más de mano ancha durante la pandemia, por lo que nuestros bares y restaurantes hemos visto menos afectados que en otras comunidades autónomas. Ahora estamos volviendo a los niveles previos a la pandemia", celebran.
Las características de la zona impiden que se puedan tener terrazas. Aunque la recuperación es lenta, el barrio se está reactivando
Begoña Perlines, gerente de la Asociación de Comerciantes del Barrio de Las Letras, explica que los bares, restaurantes y comercios de la zona se nutren en gran medida de los funcionarios públicos que trabajan por la zona. "La mayoría comen fuera de casa, pero la pandemia les ha obligado a estar en casa y trabajar a distancia, por lo que todas esas reservas se han perdido", explica a Vozpópuli.
Perlines calcula que cerca de 40 hosteleros de los 110 que forman parte de su asociación han tenido que cerrar por la pandemia. En el caso de los que han reabierto, las pérdidas en facturación oscilan entre el 35% y el 50%. "Las características de la zona impiden que se puedan tener terrazas. Aunque la recuperación es lenta, quiero mandar un mensaje de positividad: el barrio se está reactivando y muchos sitios se empiezan a recuperar. Estamos muy agradecidos a los vecinos de Madrid por volver a llenar los bares y comercios", celebra.
El cierre inconstitucional
Esta semana, el Tribunal Constitucional (TC) declaró inconstitucional la suspensión de la actividad parlamentaria al inicio del primer estado de alarma por considerar que vulneró los derechos de los diputados. Lo determinó así por seis votos a favor y cuatro en contra.
El fallo da la razón al recurso de amparo interpuesto por Vox. El 10 de marzo de 2020, los de Abascal pidieron la suspensión puntual del Pleno que se iniciaba esa misma tarde tras el positivo por Covid-19 de Ortega Smith. La Mesa atendió la petición. Al día siguiente, el 11 de marzo, la secretaria general del Grupo Parlamentario Vox, Macarena Olona, comunicó por escrito a la Presidenta del Congreso que "para la semana que viene ya tendremos la garantía de poder acudir sin riesgo el grueso del Grupo".
Sin embargo, todas las sesiones de control desde el 4 de marzo al 14 de abril terminaron suspendiéndose. Los plazos para responder el Gobierno desde el 14 de marzo al 13 de abril también. La iniciativa de Batet, presidenta de la Cámara, contó con el respaldo de PSOE y Unidas Podemos. PP y Vox manifestaron su rechazo y así quedó recogido en las actas.
La sentencia del TC, de la que ha sido ponente el magistrado Antonio Narváez, considera que "la declaración del estado de alarma, como la de cualquiera de los otros dos estados, no puede en ningún caso interrumpir el funcionamiento" de ninguno de los poderes del Estado y, de modo particular, el Congreso, porque de lo contrario se vulnera el derecho fundamental de participación política.
El Congreso ratificó el pasado 28 de septiembre en la reunión de su Junta de Portavoces el acuerdo alcanzado por los grupos parlamentarios para elevar del 50 al 75% el aforo en el hemiciclo. Los partidos de la oposición presionan a Batet para que la presencialidad de los diputados vuelva al 100% y para poner fin al voto telemático. Algo que ya ocurre desde hace días en el Senado.