La policía apunta a que la fuga de gas que destrozó un edificio en la calle Toledo de Madrid hace dos semanas se produjo fuera del inmueble, según informa el diario El País. En principio la responsabilidad por el accidente recae en la compañía energética Naturgy, que es la que distribuidora del servicio en esa zona de la capital, según han indicado fuentes de la investigación.
Naturgy solo sería responsable de las tuberías que llegan hasta la entrada del edificio, ya que la comercializadora del servicio y la empresa instaladora de las siete calderas del inmueble corresponden a otras compañías.
La investigación policial ha concluido que la rotura de la tubería se produjo en el exterior y fue la causante del escape de gas, que penetró en el inmueble por los ramales secundarios que unen unas tuberías con otras. También se ha descubierto un socavón de agua debajo del inmueble, por lo que el Canal Isabel II tendrá que responder por este desperfecto.
Accidente mortal
La fuerte explosión del pasado 21 de enero causó cuatro muertes y 11 heridos. Cerca del lugar afectado se encuentra un colegio y una residencia de ancianos, que tuvo que ser desalojada. Uno de los fallecidos fue un electricista e instalador de calderas de 35 años que se había ofrecido a revisar las calderas del edificio. La policía pensó en un primer momento que eso podía haber desencadenado el incidente, pero esta hipótesis ha quedado descartada.
Los responsables de la parroquia que se alojaba en el inmueble destrozado notaron por la mañana el olor a gas y contaron a los agentes de la policía que los radiadores por la mañana estaban no "estaban ni fríos ni calientes".
