Los cadáveres de lo Ángel y Fernando, los primos desaparecidos de Madrid, no fueron localizados juntos en el vertedero de Toledo. Esta evidencia hace sospechar a sus allegados que los chicos llegaron muertos a la planta de residuos en contenedores distintos, una vía de investigación que está siendo explorada por los agentes de la Policía Nacional, que se encargan de este caso que aún sigue bajo secreto de sumario.
El hallazgo del torso y más restos de Ángel en los últimos días darán un empuje a las diligencias que están practicando los policías, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli. Las pruebas forenses ahora sí que podrán determinar con exactitud las causas de la muerte del menor de 11 años.
No obstante, el informe preliminar de la autopsia tardará aún varios días. Los agentes siguen sin recoger indicios de criminalidad aunque podrían cambiar con ese informe si se descubre que Ángel no murió de la misma forma que Fernando. La causa del fallecimiento del mayor de los primos fue por asfixia mecánica sin la participación de terceras personas.
Incógnitas de la familia
La versión de la Policía Nacional es que todas las hipótesis permanecen abiertas. Los agentes han indagado de todos los hilos posibles que rodean este complejo caso. Una de las dudas que aún se tienen que aclarar es por qué no fue hallado el cadáver de Ángel junto con el de Fernando.
Cuando fue localizado el cuerpo del mayor, de 17 años, la cadena de residuos se detuvo y se comprobó la basura que había en la zona. No se halló nada. Esa es una de las incógnitas que manejan los familiares de los menores para defender que estaban en contenedores distintos. Los agentes de la Policía Nacional también contemplan esa duda en sus pesquisas.
Este martes, los agentes localizaron más restos humanos en el vertedero de Toledo que podrían pertenecer al pequeño Ángel, de 11 años, según informan fuentes policiales a Vozpópuli. Las primeras partes del menor fueron localizadas el pasado 11 de enero y las pruebas de ADN confirmaron posteriormente su identidad.
¿Crimen o accidente?
Aunque ya está certificado el fallecimiento de los dos menores, la Policía continuará trabajando para encontrar más restos del cuerpo del pequeño, así como para esclarecer las causas de la muerte de ambos. Ángel y Fernando desaparecieron el pasado 10 de diciembre. Fueron a comprar un bocadillo en el Híper Usera de la calle General Ricardos en Carabanchel. La zona donde vivía el pequeño de ellos. El mayor residía en el distrito de Villa de Vallecas.
La familia sospecha que ambos fueron a Toledo para encontrarse con la exnovia de Fernando, Lucía. Desde el entorno de los fallecidos se investiga si hay testigos que constatan que los dos menores llegaron a estar en el piso okupa donde vivía Lucía.
Los dos primos llegaron a Toledo sin sus teléfonos móviles. Se dejaron sus dispositivos en casa de una forma supuestamten intencionada a requerimiento de la persona con la que habían quedado. "Es solo aplicar la lógica. Habían ido más veces y siempre al mismo lugar", detalla la familia.
Inspección en la casa okupa de la exnovia
La exnovia de Fernando ha declarado hasta cuatro veces ante los investigadores de la Policía Nacional. Los agentes han registrado en dos ocasiones la casa okupa. Este inmueble fue pintado y limpiado con lejía antes de ser abandonado. La Policía Científica estuvo en el lugar recogiendo pruebas.
Esta joven, que es menor de edad, afirma que llevaba cinco o seis meses sin ver a Fernando. Los agentes de la Policía Nacional trabajan para corroborar esta versión. Esta familia se marchó de su casa pero los investigadores saben su paradero y están colaborando con las diligencias.
