No recordaba los nombres ni de sus propios subordinados. Tampoco tenía conocimiento de qué empresarios visitaban la sede central del PP. Ni siquiera tenía constancia de que hubiera grandes cantidades de efectivo en los despachos de los responsables de las finanzas del partido. Sus "no recuerdo" y "no lo sé" eran tan constantes que el juez Pablo Ruz y los abogados de las acusaciones empezaron a dejar entrever en sus preguntas sus dudas de que tan intensa amnesia fuera real. "Yo tengo la memoria que tengo", fue su respuesta ante las insinuaciones. Antonio de la Fuente, director de seguridad del PP desde 1991 y cuñado de Luis Bárcenas, declaró ayer durante cerca de dos horas en la Audiencia Nacional sobre las supuesta presencia en la sede de Génova 13 de los empresarios imputados por entregar donaciones irregulares a la formación. Sus 'olvidos' han sido la última traba para una investigación en la que la memoria de los testigos está fallando más de lo habitual.
Todos los trabajadores del partido han coincidido en negar que hubieran visto nunca en la sede de Génova 13 a los empresarios acusados de hacer donaciones ilegales
De la Fuente, que reconoció haber conseguido su trabajo gracias a Luis Bárcenas, hermano de su mujer, optó por la táctica que hasta ahora han utilizado otros empleados de la formación e, incluso, gran parte de sus dirigentes para evitar unas preguntas comprometedoras que, dada su condición de testigos, no pueden evitar: alegar fallos de memoria. Fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio comentaban ayer a este diario que el cuñado de Bárcenas fue tan resistente a concretar sus respuestas que algunas cuestiones se le llegaron a plantear "una decena de veces" para que facilitara datos concretos. "Ni siquiera quería identificar a las tres personas del equipo de seguridad que dependían directamente de él o a las dos mujeres que tomaban nota en la puerta de las visitas. Costó que lo hiciera", recalcan.
Algo parecido había ocurrido el pasado 10 de septiembre, cuando las que acudieron a declarar ante el juez Ruz fueron las secretarias del propio Bárcenas y el que fuera su jefe durante años, el también imputado Álvaro Lapuerta. Ambas mujeres aseguraron que "no siempre" sabían con quién reunían sus respectivos jefes. Cuando fueron preguntadas por las agendas donde supuestamente anotaban "todo" lo que hacían los responsables de finanzas, aseguraron al magistrado que las habían destruido o tirado a la basura porque consideraron que ya no tenían ningún valor. Por supuesto, de su contenido concreto no recordaban nada, Las dos secretarias también coincidieron en afirmar que no conocían personalmente a ninguno de los empresario imputados en la causa como presuntos donantes de la formación política y destacaron que en cuestiones contables nunca habían tenido "ninguna competencia".
No recordar ni la letra
Tampoco había visto nunca a los supuestos 'donantes' Luis Molero, otro trabajador del partido muy cercano de Bárcenas y Lapuerta. Molero, cajero del partido y la persona que acudía a la oficina bancaria a ingresar en efectivo el dinero que empresarios daban en metálico de manera anónima a los responsables de finanzas del partido en Génova 13, afirmó el pasado 24 de mayo al juez Ruz que nunca vio a los empresarios. En su intento por desligarse de cualquier relación con las anotaciones contables manuscritas de Bárcenas, incluso aseguró que él nunca había visto cómo era la letra ni del extesorero ni la del otro responsable de las finanzas del partido.
Tanto él como De la Fuente y la mayoría de los empleados del PP que ya han acudido a la Audiencia Nacional lo han hecho acompañados por abogados del propio partido, aunque su condición de testigos ha impedido que éstos pudieran asistir a su declaración. Ayer, el cuñado de Bárcenas incluso reconoció durante el interrogatorio que se había reunido previsamente con uno de los asesores legales de la formación para preparar su comparecencia ante el juez Ruz. Eso sí aseguró tajamente que no le había dicho qué tenía que contestar: "No lo hubiera pemitido", aseguró cuando fue interrogado sobre el motivo de dichos encuentros.
Dirigentes con mala memoria
Más significativa, si cabe, fue la falta de memoria de los dirigentes del partido. Javier Arenas, durante años secretario general de la formación y, según diversos indicios, la persona del partido que hizo 'de puente' entre el extesorero y la cúpula tras estallar el escándalo, no fue capaz de recordar el pasado mes de agosto ante el juez Ruz muchos de los episodios que el propio extesorero había detallado al juez y en los que el político andaluz había participado de modo destacado. Así, llegó a afirmar: "No recuerdo ninguna reunión con el señor Bárcenas después de conocerse los fondos en Suiza". Es sólo un ejemplo de lo que uno de los abogados de la acusación presente en la declaración calificó entonces de "monumento a la desmemoria", ya que las respuestas más habituales iban del “no me consta” al “no recuerdo”.
Cospedal llegó a utilizar en una quincena de veces el 'no me acuerdo', incluso cuando fue preguntado si su despacho en el Senado estaba junto al que ocupó Bárcenas
Idéntica táctica utilizó ese mismo día el que en su momento fuera secretario general del PP y hoy es dirigente del Foro Asturias, Francisco Álvarez Cascos. El ministro de Fomento en los gobiernos de José María Aznar realizó aquel día una declaración, calificado por quienes asistieron a ella como de "aspera y tensa" y en la que se escudó en sus declaraciones de la renta para negar cualquier cobro de sobresueldos ilegales. Cascos afirmó que nunca tuvo conocimiento "de esa documentación", en referencia a los papeles de Bárcenas. Y añadió que "tenía demasiadas cosas que hacer para ocuparme de las responsabilidades de otras áreas" en un intento de desvincularse del control de unas finanzas ahora en entredicho por la investigación judicial.
También la actual número 2 de partido, María Dolores de Cospedal, utilizó con profusión en "no lo recuerdo". Hasta en quince ocasiones echo mano de la expresión para eludir preguntas tan dispares como las relativas a una deuda del PP de Pontevedra, la fecha en la que Bárcenas dejó de estar dado de alta en la Seguridad Social como trabajador del PP o si había caja fuerte en el despacho que ocupó cuando asumió su actual cargo dentro del partido. De Cospedal ni siquiera fue capaz de recordar ante el juez si el despacho que tenía en el Senado era contiguo al del extesorero. "Pues no lo recuerdo, la verdad, no lo sé. Creo que eso es muy fácilmente comprobable", dijo en una muestra más de la amnesia que parece propagarse como una plaga por las plantas de Génova 13.