España

De Cobo Calleja a La Finca: así surtía la mafia china de dinero en efectivo a sus 'clientes' ricos

En plena calle, en el aparcamiento de un 'outlet', en la recepción de un hotel o, incluso, en su propio domicilio. La investigación de la Audiencia Nacional desvela decenas de nombres de empresarios y profesionales que utilizaban la red de Gao Ping para traer a España el dinero que ocultaban en paraísos fiscales.

El joven Eli llegaba poco antes de la hora de comer a la entrada a la lujosa urbanización La Finca, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Era viernes, el 13 de enero de 2012 en concreto, y la resaca navideña parecía ya olvidada. El flamante vehículo Audi que conducía el veinteañero no desentonaba con los que circulaban por la zona. Siguiendo las instrucciones de su madre, se dirigió al control y dijo que iba a una vivienda en concreto. El guardia de seguridad le pidió que esperase, que iba a contactar con los ocupantes del domicilio para confirmarlo. Dos minutos después, se levantaba la barrera y Eli entraba en la finca junto a un bolsa repleta de miles de euros. Lo que no sabía es que la Policía lo estaba siguiendo y fotografió ese momento.

La investigación policial reveló que el 'boca a boca' había incrementado de modo importante el número de 'clientes' de la trama de blanqueo

La Operación Emperador contra la mafia china de blanqueo no sólo ha permitido conocer la identidad de los supuestos integrantes de la misma y de sus diferentes colaboradores, sino también de aquellos empresarios y profesionales españoles que requirieron de sus servicios para eludir el control de Hacienda y poder utilizar en España el dinero que habían ocultado en paraísos fiscales. Informes policiales incorporados al sumario destacan que la trama, que conseguía el efectivo en empresas chinas del Polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada, tenía una nutrida "cartera de clientes" habituales a los que gracias al 'boca a boca' se iban incorporando poco a poco nuevos españoles "pudientes", como los califican los investigadores. El juez Fernando Andreu baraja empezar a llamar en las próximas semanas a cerca de medio centenar de ellos como imputados por lavar su dinero con la organización presuntamente encabezada por Gao Ping.

Una de las personas que muy posiblemente tenga que pasar por la Audiencia Nacional será la mujer que recibió aquel viernes en su vivienda de La Finca al joven Eli. Éste, Eli Levy Maman, no era otro que el hijo de una de las principales detenidas en la operación, la ciudadana española de origen israelí Malka Maman Levy, alias La Sobrina. Como prueba de que se había producido esa entrega, la Policía tiene la grabación de la llamada de teléfono que intervino a esta última y en la que hablaba con la cliente de la lujosa urbanización madrileña instantes después de la supuesta entrega de dinero en efectivo. En ella, Malka le preguntaba qué tal había ido todo con su hijo. "Igual te llama Isaac [se refiere a Isaac Cohen BengioEl Gordo, otro de los presuntos cabecillas del llamado grupo hebreo encargado de hacer de intermediario entre los empresarios chinos y los españoles necesitados de efectivo]. Por favor, dile que todo ha ido bien", le pidió La Sobrina. La mujer, evidentemente satisfecha por el servicio, le respondió que no se preocupara por ello, que así lo haría.

1,5 millones en dos entregas

Aunque el nombre de esta mujer no aparece en la parte del sumario del que se ha levantado el secreto hasta ahora, sí se encuentran los de otros empresarios que presuntamente utilizaron los servicios de la trama. Algunos aparecen identificados en el sumario simplemente por su nombre de pila. Otros, con sus dos apellidos. La mayoría de ellos serán llamados a declarar por el juez Andreu. No será, sin embargo, el caso de José Manuel T.F., un empresario madrileño al que la Policía identificó en noviembre de 2011 después de que Malka y su hijo le hicieran entrega supuestamente de 500.000 euros. El receptor falleció meses después víctima de una enfermedad. Pese a ello, los informes policiales describen con todo lujo de detalles la entrega de la importante cantidad en una calle de Madrid. 

Tras recoger 500.000 euros, uno de los empresarios se apresuró a llevar el dinero en una bolsa "atada a la muñeca" a la sede de su empresa

En concreto, en la céntrica calle de Ortega y Gasset. Allí, tras aparcar Malka el vehículo en el viajaba junto a su hijo, un joven que acababa de salir de un portal cercano se introdujo en el coche. Éste, inmediatamente emprendió la marcha. Minutos después, y tras dar una rápida vuelta a la manzana, los agentes vieron como el automóvil volvía al lugar donde había estacionado primero y el joven descendía del mismo. Esta vez el individuo, a los que los policías identificaron como el hijo del empresario, portaba algo en las manos: una abultada bolsa de plástico de color rojo. Rapidamente, se introdujo con ella en el edificio del que había salido minutos antes. 

Instantes después, era una persona de mayor edad la que salía del inmueble en una actitud sospechosa y con la misma bolsa "atada a la muñeca de manera poco usual". Los agentes decidieron seguirlo hasta que le vieron entrar en un portal de la cercana Plaza del Marqués de Salamanca, sede de su empresa. Los informes policiales revelan que esta supuesta entrega de dinero no era, de hecho, la primera que recibía el fallecido José Manuel, y apuntan a una anterior por una cantidad cercana al millón de euros.

En el sumario se suceden la descripción de encuentros como éste entre miembros de la trama, en la mayoría de los casos Malka y su hijo, con empresarios. Así, con uno que se identifica como PabloLa Sobrina concretó una cita el 3 de diciembre del año pasado en la Glorieta de Cuatro Caminos, en Madrid, a la que de nuevo acudió Eli para hacer la entrega del dinero. Una sucrusal bancaria fue la referencia para el encuentro. Días después una mujer, que era la primera vez que utilizaba los servicios de la red, se reunía con ellos en la misma plaza, aunque en su caso el encuentro se celebró en una cafetería cercana.

Con un tal Alex, sin embargo, quedaron en un portal céntrico para entregarle 60.000 euros. Y con una tal "doña Carmen", un mujer de acento francés, quedaron a las diez de la noche del 17 de enero pasado en su propio domicilio, situado en la calle Travesía del Puerto, del madrileño barrio de Conde de Orgaz. Allí le llevaron una importante cantidad de dinero en billetes pequeños. La mujer, incluso, salió con su vehículo para que la siguieran y no se perdieran.

100.000 euros en el parking del 'outlet'

Las investigaciones policiales revelaron que sólo en las últimas semanas de 2011 y las primeras de 2012, las entregas de dinero a empresarios españoles se sucedieron a un ritmo casi trepidante que hizo que en determninados momentos la red tuviera dificultades para contar con la cantidad de efectivo que le reclamaban sus clientes. Así, el 20 de diciembre uno que se identifica como Marnix quedó con la trama para recibir dinero en una cafetería del centro comercial Sexta Avenida, de los alrededores de Madrid. El empresario señalaba en las conversaciones preparatorias de la cita con Malka que le podrían localizar porque estaría usando un Ipad.

Un cliente se identifica con la "chaqueta de pana" que viste; otro, con el 'Ipad' que usará mientras espera en la cafetería de un centro comercial

Con otro concretaron el encuentro en el vestíbulo de un hotel de la Torre Cataluña, cerca de la estación de Sans, en Barcelona. "¿Cómo irás vestido?", le preguntaba en una conversación telefónica Malka. "Llevo una chaqueta de pana marrón", le respondió el empresario. De nuevo el joven Eli hizo la entrega. Nueve días antes, la Policía había detectado otra cita, en este caso en el aparcamiento de un centro comercial 'outlet' en la localidad madrileña de Las Rozas. Allí, acudió Julio A.M. a recibir 100.000 euros de manos de la propia Malka. Tan contento quedó con el acuerdo, que este empresario no dudó en recomendar sus servicios a un amigo suyo, el empresario extremeño Antonio M. B., a quien la mujer de origen israelí llevó en mano a Badajoz el 2 de febrero siguiente 300.000 euros.

No cuadran las cuentas

Sin embargo, con este último cliente surgió un problema sobre la cantidad a entregar, según revelaron los pinchazos telefónicos. Él aseguraba que la cifra debía ser de 340.000 euros y no la cantidad recibida. La Sobrina insistía que en todo momento hablaron de 'sólo' 300.000 euros. Una diferencia de cifras entre lo acordado y lo recibido que se repetía muy a menudo en estas entregas, según recalca el propio sumario. "Pese a poseer [Malka] una máquina contadora de billetes, habría quedado de manifiesto que en más de una ocasión habrían existido problemas en las entregas de dinero, faltando cantidades y mostrando los clientes sus quejas por tales hechos", recoge un informe policial.

Varios clientes se quejaron de que faltaba dinero en las entregas. Uno llegó a amenazar a 'La Sobrina' con quejarse a sus jefes por "el desastre"

En concreto, el 12 de enero uno de ellos llamó indignado a la ciudadana de origen israelí porque la cantidad que le habían entregado era inferior a los 200.000 euros que él esperaba. Malka intentó calmarle ofreciéndose a hacerle llegar el resto al día siguiente, a lo que aquel aceptó con una condición: "Antes de las doce del mediodía porque luego me voy". El cliente llegó incluso a amenazar a la mujer: "Tienes que ir con más cuidado, no puedes dejar así tirada a la gente". 

Sin embargo, al día siguiente, el malestar no hizo sino crecer porque todo el dinero se lo entregaron en billetes grandes y él necesitaba que fueran de menor valor facial. Malka volvió a pedirle 24 horas de plazo para solucionarlo. "Esto no va a volver a pasar nunca más, porque he estado angustiado toda la semana; he tenido incluso vómitos y mucha angustia por todo lo ocurrido", le aseguró muy enfadado el empresario, quien volvió a amenazar a La Sobrina con quejarse a sus jefes porque "la operación ha sido un desastre".

Pese a otros incidentes como éste, la organización siguió sumando nuevos clientes hasta que la Operación Emperador acabó con ella el pasado 16 de octubre. Ahora, el juez investiga quiénes fueron los empresarios que utilizaron sus servicios de blanqueo.

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