"Propuesta extraordinaria". "Si quieren un selfie que se lo hagan con la gente de a pie". "Bravo". Independentistas y miembros de la ejecutiva de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) celebran las represalias adoptadas por la plataforma contra los partidos independentistas por no sumar fuerzas para pactar tras el 26-M.
Los acuerdos de gobierno entre ERC, PDeCat y JxCat, por separado, con el PSC acabaron por escenificar la ruptura independentista. Elsa Artadi, concejal del PDeCat, lo dejó claro: "Hemos tocado fondo". Pero aún se podía y se puede cavar más profundo. Ante esta ruptura de los separatistas, la ANC inició una serie de escraches para exigir a las formaciones romper cualquier pacto con los socialistas y retomar la senda de la unidad de acción. En aquellas protestas apenas aparecieron dos centenares de personas.
La ANC ha decidido tensar aún más la cuerda de cara a la manifestación del 11-S. La ejecutiva ha apartado de los lugares privilegiados a los políticos independentistas, que ahora tendrán que codearse con la gente de a pie y no con Elisenda Paluzie, presidenta de esta plataforma.
"Después de escuchar las sugerencias que nos habéis hecho llegar, el secretariado nacional de la ANC ha decidido, por consenso, que los políticos no formarán parte de la zona de invitados". Así de explícita es la nueva medida adoptada para incrementar la presión sobre ERC y PDeCat.
La decisión, tomada con ironía: "No sé si estaremos para selfies"
"No sé si estaremos para selfies", ha admitido la diputada de JxCat y miembro del Consejo por la República, Aurora Madaula, quien se ha hecho eco de la intención de Carles Puigdemont para volver a unir al separatismo.
Mientras una parte de los independentistas han criticado a la ANC por la venta de las nuevas camisetas de cara a la manifestación del 11-S, no se ha escuchado, al menos en público, el nuevo 'merchandising' de Òmnium Cultural, consistente en una la iluminación de la palabra 'llibertad', y que se podrá colgar en el balcón de las viviendas.
Por su parte, la ANC ha programado para la víspera de la Diada iluminar la cumbre de las 131 agujas que componen el macizo de Montserrat, sin la colaboración, al menos por ahora, de la entidad presidida por Jordi Cuixart, en prisión preventiva por el juicio del 1-O.