El juicio a la presidenta de Junts, Laura Borràs, por presuntamente fraccionar contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) ha traído la confesión previsible del que fue su antiguo colaborador y amigo, Isaías H. El informático en la institución ha confesado que pactó con Borràs un contrato oculto para gestionar la web del ILC. Se esperaba que la información que aportaran este lunes con sus declaraciones fuera decisiva dado el acuerdo alcanzado por sus defensas con la Fiscalía para rebajar sus condenas a cambio de confesar, y que por su parte Borràs considera que le causa "indefensión" porque los tres habían preparado conjuntamente la defensa para el juicio.
En su declaración ante las preguntas de la fiscal, Isaías H. ha explicado que acordó con la presidenta de Junts llevar a cabo trabajos por los que se pagarían cantidades que no superarían los 18.000 euros para sortear el concurso público. Se trataba de un "contrato encubierto que iría desarrollando año a año y acomodando a las necesidades informáticas de la institución", ha afirmado. Ha detallado que presentaba el presupuesto de su trabajo, que sabía que se aceptaría, acompañado de dos "presupuestos comparsa" que sabía que serían rechazados.
La declaración de Borràs también estaba prevista para el lunes pero su defensa pidió trasladar su interrogatorio al final del juicio, una vez se hayan expuesto todas las pruebas, por lo que declarará el lunes 27 de febrero. La Fiscalía pide para Borràs una condena de seis años de cárcel, 21 de inhabilitación y multa de 144.000 euros por los presuntos delitos continuados de prevaricación y falsedad documental; y la acusación provisional -que puede cambiar al final del juicio- reclama para Isaías H. seis años de cárcel y tres para Andreu P.
El tribunal rechazó suspender el juicio a petición de Borràs por supuesta indefensión y su defensa señaló una supuesta investigación paralela de la Fiscalía, que según su versión mantuvo abiertas unas diligencias previas cuando el caso ya estaba judicializado y en manos de un instructor, lo que sería contrario a la ley e invalidaría las pruebas recabadas.
Un "juicio paralelo"
Los magistrados también deberán abordar la alegación de Borràs según la cual el TSJC ya no es el tribunal competente para juzgarla porque, precisamente a raíz de esta causa, ha sido suspendida como presidenta del Parlament y "ya no es aforada". Borràs también cree que la composición del tribunal, presidido por Jesús María Barrientos, vulnera su derecho a un juez imparcial, y considera que se ha vulnerado su derecho a la presunción de inocencia con un "juicio paralelo" de declaraciones públicas.