Una amplia mayoría de votantes catalanes cree que Salvador Illa será el próximo presidente de la Generalitat de Cataluña. En concreto, hasta un 42'9% de quienes están llamados a las urnas el próximo 12 de mayo estima que el candidato del PSC será capaz de materializar la victoria electoral que, con mayor o menor distancia sobre Junts+, vaticinan las encuestas. Para ello, tendrá que sortear el endiablado escenario postelectoral que previsiblemente arrojarán las urnas y llegar, pactando, a los 68 diputados que marcan la mayoría absoluta en el Parlament de Cataluña. De conseguirlo, sería el tercer presidente catalán socialista en el período democrático tras Pasqual Maragall (2003-2006) y José Montilla (2006-2010).

Sorprende, no obstante, a tenor de la encuesta elaborada por Hamalgama Métrica para Vozpópuli, las pocas posibilidades de llevarse el gato al agua que los electores catalanes vislumbran en Carles Puigdemont y en el actual president de la Generalitat, Pere Aragonès. Se trata de un sondeo realizado entre el 23 y el 30 de abril, es decir, dentro de los cinco días de reflexión que se dio Pedro Sánchez para decidir si seguía o no al frente del Gobierno. Una maniobra que, una vez confirmada su continuidad y conocida la máxima importancia con la que Ferraz dota a estos comicios, ha sido leída en clave electoral por todos sus adversarios políticos.

Mientras tanto, sólo un 20'4% de los votantes –uno de cada cinco– cree que el candidato de Junts+ volverá a presidir la Generalitat tras su fuga a Waterloo. Un Puigdemont que ha intentado imponer las reglas del tablero político desde su rentrée en la arena política española y que ha tratado de dejar claro desde el primer momento que no hará a Salvador Illa presidente. El expresident, además, sitúa a ERC pactando con el PSC para conformar un gobierno "de izquierdas catalanas y españolas" y aseguró que dejará la política en el caso de no optar a la Casa dels Canonges, residencia presidencial.

Llama la atención, además, que sólo el 17'3% de los votantes confíe en que ERC se mantenga en el poder. Los republicanos, a la baja en las encuestas y lealmente enrolados en el sistema de alianzas tejido por Sánchez en el Congreso, asisten a cómo parte de su electorado ha tomado el camino del PSC, quien se espera que sea el gran catalizador del voto catalanista. La estrategia de Pere Aragonès, desdibujado, fuera del foco tras la irrupción de Puigdemont y de Sánchez en campaña, pasa por marcar distancias con ambos partidos para presentarse como el candidato más en simbiosis con Cataluña y ese proyecto independentista latente.

Así lo hizo este sábado en Pineda de Mar (Barcelona), su localidad natal. "Hay un riesgo, y es que si ERC no continúa liderado la Generalitat, volverán los proyectos del pasado. Si votáis recortes, volverán los recortes. Si votáis a los de la Moncloa, os mandarán desde la Moncloa", dijo sobre los gobiernos convergentes de Artur Mas y el exministro de Sanidad y el PSC, un proyecto que vinculó directamente con "España y Madrid", los dos grandes basiliscos del universo independentista. Para Aragonès, el proyecto de Puigdemont "es Carles Puigdemont", algo exclusivamente personalista.

División en el estado del independentismo

Se trata de la gran lectura que siempre arrojan las elecciones en Cataluña ¿Cómo de reforzado o de tocado saldrá el independentismo? En esta cuestión, la división de caracteres es máxima entre los votantes, siendo ligeramente superior (un 44'4%) quienes opinan que el independentismo no saldrá reforzado tras las elecciones del 12 de mayo. Un 40'5%, por su parte, piensa lo contrario y cree que sí lo hará. Un 15'1% no lo sabe u opta por no contestar.

En esta pregunta resulta llamativo el optimismo mostrado por el electorado independentista, convencido el secesionismo catalán que el 12-M supondrá un paso más para la vigorosidad de su proyecto político. Un 77'8% de los votantes de ERC y un 88'1% de los seguidores de Puigdemont confían en ello. Una intuición radicalmente opuesta a la mostrada por los votantes no independentistas del PSC y PP. Mientras que el 70'7% de quienes votarán a Illa creen que las elecciones no reforzarán al independentismo, más reacios se muestran los partidarios de Alejandro Fernández, sumamente descontentos con la relación entre Sánchez y el independentismo y con su historial de cesiones materiales y simbólicas. No obstante, un 63'2% cree que el Junts+ y ERC no saldrán reforzados.

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