Cataluña

Illa garantiza que el cupo catalán “se cumplirá” en su primer debate de política general

El líder socialista ha demandado que se termine el "ruido" sobre la financiación pactada con Esquerra, que "no va contra nadie" y garantiza la "solidaridad"

  • El presidente de la Generalitat, Salvador Illa -

Salvador Illa no se ha salido del guion previsto. En su primera alocución en el Debate de Política General, el presidente de la Generalitat se ha centrado en la vivienda, el cupo catalán y la lengua. Eso sí, lo ha hecho tras una extensa introducción en la que ha destacado que Cataluña se encuentra en el mejor momento de su historia al formar parte de una "España plurinacional dentro de una Europa federal", lo que ha multiplicado como nunca las potencialidades del país. Y ha recordado la tenaz voluntad de "autogobierno" mostrada por los anteriores Ejecutivos, dando las gracias a Pujol, Montilla, Mas, Torra y Aragonès.

Seguidamente, ha abordado una de las cuestiones más esperadas, la vivienda, sobre la que ha asegurado que para su Ejecutivo "no es un reto ni un compromiso, es un deber". Antes de detallar su plan, ha aprovechado para cargar indirectamente contra Junts, que asestaron un "golpe duro" a la solución planteada por el Gobierno en el Congreso sobre el Alquiler de temporada. Con respecto a su acción de gobierno, ha anunciado un programa consistente en la creación de 50.000 viviendas públicas hasta 2030, dotado con 1.100 millones de euros anuales. Asimismo, la comunidad contará a partir de 2025 con una reserva pública de solares para edificar viviendas.

En el plano económico, ha subrayado que en política "hay un tiempo para cada ambición", y la suya en ahora es que Cataluña vuelva a liderar la economía española. Pero no de cualquier manera, sino siguiendo su filosofía de "prosperidad compartida contra prosperidad excluyente". O lo que es lo mismo, "socialdemocracia frente a ultraliberalismo desbocado". Para ello, ha insistido en su deseo de alcanzar acuerdos para sacar adelante los presupuestos de 2025, prioritariamente con los grupos que respaldaron su investidura.

Ha sido entonces cuando ha abordado la controvertida "financiación singular" -o cupo catalán-, sobre la que ha pedido que "termine el ruido" y se discuta con "rigor". Y es que, ha asegurado, es un "modelo que no va contra nadie y que no renuncia a la solidaridad, pese a las lecturas que hacen algunos". Así, ha puesto como prueba de su necesidad que no ha "escuchado a ningún líder de ninguna comunidad autónoma afirmar que no haya que reformar la financiación". Siendo así, ha ratificado su compromiso con el pacto alcanzado con los republicanos: "Esta financiación será una realidad, y se llevará a cabo en el calendario y en los términos establecidos con ERC".

Illa ha puesto final a su alocución con otro asunto central para el nacionalismo: el lingüístico. "El catalán forma parte de la columna vertebral del país", ha sentenciado, retomando una idea que ya plasmó en su discurso de investidura. Según Illa, la lengua catalana es garante del "progreso" y la "convivencia" en Cataluña, lo que justifica el ambicioso plan de choque diseñado por su recién creada 'Conselleria' de Política Lingüística.

Sobre el programa, ha reivindicado la necesidad de que el catalán penetre definitivamente allá donde está más ausente, el mundo de la Justicia y el audiovisual. Y ha reconocido la naturaleza "continuista" de plan con respecto al republicano. Finalmente, ha reivindicado la triple revolución que, a su parecer, está protagonizando su Ejecutivo: la del "buen gobierno", la de la "normalidad institucional" y la del "respeto".

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