Algunos obispos catalanes como el de Solsona, Xavier Novell, o el de Francesc Pardo, junto con el arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, vuelven a inmiscuirse en política para hacer buenas referencias sobre la causa separatista.
El trío lo ha hecho a través de homilías y cartas parroquiales dirigidas a los feligreses y a tan solo tres días de la Diada, a cuyos actos oficiales no acudirán los partidos constitucionalistas debido al partidismo de las instituciones públicas.
Novell (1969, Montfalcó d'Agramunt (Lérida)) continúa siendo puntual a una de las citas más importantes del separatismo. En una carta incluida en la hoja diocesana, ha recordado las palabras del Papa para dar a entender la visión separatista en el juicio del 1-O, criticando la prisión preventiva de los líderes del procés, sin explicar los motivos por los cuáles han estado prácticamente dos años -tiempo límite establecido- en esta situación.
No hace referencia al claro riesgo de fuga, tras los ejemplos de los autodenominados 'exiliados', como Carles Puigdemont, Marta Rovira o Toni Comín, entre otros. Para el obispo de Solsona, habría que preguntarse esta decisión judicial "responde, al menos en parte, a hacer posible que se procure, de forma abusiva, una anticipación de la pena". Novell recoge más valoraciones del "Santo Padre" sobre esta decisión. "Constituye otra forma contemporánea de pena ilícita oculta, más allá de un barniz de legalidad", ha sostenido en la glosa.
"Posibilidad de decidir"
"Conocer lo que deseamos los ciudadanos es fundamental para asumir decisiones, sean las que sean", ha dicho el obispo de Gerona, Francesc Pardo, una clara referencia al referéndum de autodeterminación, pese a ser ilegal en España y solo reservado a las colonias. "Hace falta siempre el discernimiento, la información, el racionamiento y la posibilidad de decidir, aunque esto signifique plantearse cambiar o profundizar leyes fundamentales", ha asegurado.
Con todo, ha utilizado expresiones propias del separatismo, como que Cataluña se encuentra en un "momento histórico" y que debe responderse a la pregunta de "cómo queremos" que sea esta Cataluña (...) pensando en el futuro". Para ello, aboga por la consulta ilegal. "Conocer lo que deseamos los ciudadanos es fundamental para asumir decisiones, sean las que sean, y para configurar el presente y el futuro", ha insistido.
Por su parte, el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha dedicado la carta dominical a la Diada, a la que define como "una invitación a descubrir todo lo que compartimos y que nos une", pese a que se ha mostrado una profunda división entre catalanes durante los últimos siete años, donde los partidos constitucionalistas han dejado de asistir a los actos institucionales por el sesgo separatista utilizado por la Generalitat. "Es una llamada a la fraternidad. Hoy este ideal cristiano está más vivo y necesario que nunca", ha asegurado.
Novell, cinco años enarbolando la bandera separatista
Novell es una de las voces más reconocidas entre el independentismo para propagar su mensaje. "Cuando se afirma que Cataluña no tiene derecho a la autodeterminación y se dice que la consulta es ilegal se usa la ley para impedir un derecho fundamental anterior y superior al ordenamiento jurídico vigente". Son palabras escritas por el obispo de Solsona en 2014 y a tan solo dos meses de la consulta ilegal de Artur Mas, entonces presidente de la Generalitat.
También aseguraba que se había intentado "eliminar o limitar la identidad nacional, este pueblo quiere ejercer más que nunca los derechos que le corresponden". Era la primera voz de la Iglesia en Cataluña en posicionarse tan claramente en contra del régimen jurídico establecido.
También utilizó la figura de la Virgen María para alentar a los independentistas. "María del Claustro, nacida en un país ocupado y oprimido, emigrante por motivos políticos, sabe bien qué significan esas esteladas. ¿Qué le vamos a explicar sobre deseos de independencia política?", opinaba.
En 2015, alentaba a los catalanes a "votar siendo conscientes del momento histórico en el que se encuentra Cataluña". Solo hay una candidatura que apueste por la independencia y que tenga "un posterior reconocimiento internacional", afirmaba, pese a que nunca ha llegado. En esa hoja dominical, exigía un repique de campanas en todas las iglesias y que la independencia llegaría si el resultado de un referéndum alcanzaba el 51% de los votos favorables. En esas elecciones, CiU y ERC concurrieron conjuntamente bajo las siglas JxSí.
En 2016, volvía a repetir el mensaje, y un año más tarde endurece su discurso ante el referéndum del 1-O. "Ningún gobierno podrá arrebatar el derecho a decidir". "Ustedes han dado la cara para que esto sea posible y merecen mi respeto. Especialmente, el presidente", afirmaba sobre Puigdemont. "Es el que al final asume más gravemente todas las consecuencias, me tiene a su lado para lo que necesite", había dicho, pese a que Puigdemont se fugó. En 2018, realizó una descafeinada hoja dominical tras las consecuencias del 1-O.
"Siempre me ha sorprendido, incluso cuando algunos se encontraban en huelga de hambre, su fortaleza psicológica y, en algunos casos, su crecimiento espiritual", ha llegado a decir tras sus visitas a los presos.
