El Gobierno ha enviado a Lleida un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para reforzar las tareas de extinción de los incendios desatados ayer en Artesa de Segre y Castellar de la Ribera, que ya han calcinado más de 1.000 hectáreas en total. Según han informado fuentes de la Delegación del Ejecutivo en Cataluña, en total la UME ha desplazado a 100 personas y 28 vehículos que se sumarán al despliegue de Bomberos de la Generalitat para hacer frente a ambos incendios forestales, al que se suma un tercero en Corbera de Ebro, en Tarragona, cuya evolución es más favorable.
En concreto, después de que el Departamento de Interior pidiera esta madrugada refuerzos al Gobierno, se han enviado a Artesa de Segre 20 efectivos y 7 camiones procedentes de Zaragoza, que se han incorporado a los efectivos de extinción hacia las 02.30 horas de esta madrugada. Hacia las 05.00 horas, se han sumado a ese despliegue otros 25 efectivos y 7 vehículos de la UME, también procedentes de Zaragoza, centro del que depende Cataluña. A primera hora de la mañana, se ha doblado el número de efectivos de la UME desplegados en Lleida con la llegada de efectivos procedentes de Valencia, dado que otros incendios desatados en Navarra han obligado a movilizar el resto de dotaciones asentadas en Zaragoza.
Por su parte, el delegado del Govern en Lleida, Bernat Solé, ha advertido de que hoy será “un día complicado” por los incendios activos, ya que la demarcación se encuentra en plena ola de calor y se prevén temperaturas que podrían rozar los 40 grados. Según ha explicado a los medios de comunicación, pese a que por la tarde se espera una posible tormenta, esta puede ser de “doble filo”, ya que si el agua va acompañada de fuertes vientos puede aumentar todavía más el riesgo de expansión del incendio. De hecho, el delegado ha asegurado que eso es lo que pasó ayer, cuando la dirección del viento y las altas temperaturas hicieron que la propagación de las llamas fuera rápida y fuerte.
Paralelamente, Solé ha pedido a los agricultores que tomen las “máximas precauciones” y que respeten los horarios acordados para la siega, que esta misma semana se anunciaron y recomendaron. En concreto, se recomienda realizar una “parada técnica” entre las 14.00 y las 17.00 horas para hacer el mantenimiento y la revisión de la maquinaria y facilitar que se enfríen, así como alargar los horarios de entrada del cereal para favorecer que la recolección se realice en momentos con menos riesgo de ignición.
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Artesa de Segre han confirmado que la práctica totalidad de los 24 vecinos de La Clua, localidad muy cercana al incendio, decidieron abandonar sus casas anoche por voluntad propia, después de que ayer por la tarde se recomendara que se confinaran y cerraran todas las puertas y ventanas por el riesgo de intoxicación por humo.
