El sondeo del CIS conocido el pasado jueves refleja que un 37% de la población se instala claramente en el centro izquierda, un 24,9% en el espacio nítidamente conservador y un 22,3% en el centro puro. Sin embargo, la estimación de voto de la misma encuesta concede al PSOE solo el 25,3% de los apoyos frente a un 29,1% del PP, mientras que a Ciudadanos le sitúa en un porcentaje de respaldo del 14,7% y a Podemos del 10,8%. A la pregunta directa de cómo se define el encuestado en política, conservadores, demócrata cristianos y liberales suman el 30,5%, mientras que progresistas, socialdemócratas, socialistas y comunistas llegan al 32,2%.
El propio barómetro arroja algunas señales que explican por qué un país donde son mayoritarias las posiciones de centro izquierda puede volver a avalar en las urnas a una alternativa de centro derecha.
- El PP conserva un voto más fiel. Pese a que Mariano Rajoy suscita un rechazo que supera el 82% -es el porcentaje de población que deposita en él poca o ninguna confianza- esta desafección llega en el caso de Pedro Sánchez como jefe de la oposición al 77,1%, y eso que el líder del PSOE no ha tenido todavía responsabilidad alguna de gobierno en ninguno de los niveles de la administración. Otro dato a tener en cuenta es que al PSOE no le votaría nunca más del 36% de los encuestados, a Podemos más del 52% y a Izquierda Unida casi el 51%. Lo que evidencia este fuerte rechazo es que sus líderes, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, no colman las aspiraciones de sus potenciales votantes, mientras que el malestar de los ciudadanos con el PP –no le apoyaría en ningún caso el 52,1% de los sondeados–, puede estar compensado con el rechazo más reducido que suscita Albert Rivera como líder de Ciudadanos: poco más del 40% le niega el voto con rotundidad. Además, el barómetro demuestra que el PP tiene un voto más fiel que el del PSOE: Más del 7% dice que con toda seguridad le votaría siempre, mientras que este porcentaje se reduce al 5,3% en el caso de los socialistas.
- La gestión del Gobierno, mejor valorada. El fuerte desgaste del Gobierno que la mayoría de los sondeos de opinión vienen reflejando en los últimos años contrasta con este dato: el 10,7% de los ciudadanos califica su gestión como buena o muy buena, mientras que cuando se les pregunta por la actuación del PSOE al frente de la oposición, este porcentaje baja al 7%. En el lado contrario, cuando se pregunta cuantos califican la gestión del Ejecutivo que preside Mariano Rajoy de mala o muy mala, se decantan por estas opciones el 57,6%. A pesar de estar en la oposición, este porcentaje llega en el caso de los socialistas hasta casi el 52%, una circunstancia que revela que el caladero de los partidos emergentes, tanto de Ciudadanos como de Podemos, puede ser muy generoso al haber sido abandonado por las dos principales formaciones.
- Mayor credibilidad en la lucha contra el paro. Otro de los motivos que explica que la sociedad española esté escorada hacia el centro izquierda y, sin embargo, pueda seguir apoyando a una alternativa de centro derecha, se encuentra en el listado de los principales problemas que arrastra el país. Para más del 79% de los ciudadanos, la preocupación número uno es el paro, seguida a distancia de la corrupción, casi un 39,5%, y de los partidos políticos en general, el 21,5%. Pese a que el paro registrado sigue en tasas elevadas, cercanas al 22%, el millón largo de empleos creados en los dos últimos años puede haber contribuido a generar cierta confianza en el Gobierno, cuando todavía en la retina de un amplio sector de la población, el mismo que llevó a Rajoy a La Moncloa a finales de 2011 con casi 11 millones de votos, pesa la herencia recibida en este capítulo del Gabinete Zapatero y el hecho de que el PSOE lleve gobernando durante más de tres décadas Andalucía, una de las comunidades que concentra mayores bolsas de desempleo. Cuando entre el 1 y el 12 de octubre pasado se les preguntó a 2.500 entrevistados si veían probable perder su puesto de trabajo en el próximo año, el 77,5% respondió que es poco o nada previsible, porcentaje que en los periodos más áridos de la crisis descendió por debajo del 50%.
- Mejora la percepción de la situación económica. En la encuesta del CIS de octubre, la mayoría de los españoles califica la coyuntura de mala o muy mala –el 64,6%–, cifra que contrasta con el 82,2% del barómetro del mismo mes de 2014. Ahora, el 21,6% opina que la situación económica es mejor que la de hace un año y casi el 27% que irá todavía en una dirección más deseable el año que viene. Aquí opera, según los expertos, una circunstancia parecida a la del paro, pues la mayoría de los españoles pueden estar valorando mejor las actitudes del PP que las del PSOE o Podemos para dejar atrás la crisis.