La DANA del pasado 29 de octubre tuvo una grave incidencia sobre infraestructuras de todo tipo y los embalses no se libraron de la fuerza del agua. Si el embalse de Forata estuvo a punto de reventar (propiedad del Estado y responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Júcar) también estuvo cerca de la tragedia la presa de Buseo que es de titularidad de la Generalitat Valenciana.
Esta presa resultó seriamente dañada y tuvo en vilo a los vecinos de Sot de Chera, aguas abajo de esta infraestructura hidráulicas, aunque finalmente aguantó la embestida repentina del agua que provocó que pasara de estar al 12% de su capacidad al inicio del episodio de lluvias torrenciales a tener que desembalsar agua apenas unas horas después.
El Gobierno valenciano está avanzando en los trabajos de emergencia para garantizar la seguridad de la presa de Buseo. Las obras para afianzar su estabilidad estructural (la gran prioridad) se extenderán durante los próximos 12 meses. Para la época de más lluvias en la Comunidad Valenciana (entre octubre y noviembre) estará acabado el mantenimiento y la reparación de elementos dañados.
Consolidar la ladera
Las actuaciones que se están ejecutando consisten en la reparación de los daños producidos como consecuencia de la riada y se centran en el estribo derecho, mediante la inspección, limpieza y consolidación de la ladera.
Los técnicos están monitorizando y realizando estudios geológicos, geofísicos y estructurales de la ladera derecha de la montaña junto a la que se alza la presa y su interconexión con el estribo derecho del embalse, así como la modelización en 3D de la infraestructura hidráulica para estudiar su estabilidad en el conjunto de la obra.
Está previsto igualmente que se reponga la caseta de la toma de agua número 3 y la caseta de la toma número 1, así como la válvula de la toma número 1 para poder controlar la salida de las aguas cuando sobrepasen un cierto nivel que aconseje aliviar la presión sobre la presa.
También se han registrado daños en las válvulas de la toma de agua número 3 y los trabajos conemplan la reposición de los elementos de seguridad en coronación de la presa.
Las obras de emergencia contemplan también la limpieza y reposición de las escaleras de acceso y sus elementos de seguridad, y la implantación del nuevo Plan de Emergencias de la presa.
Construida en 1915
Esta infraestructura se construyó entre los años 1903 y 1915 en el cauce del río Reatillo (Sot) sobre una superficie de 60 hectáreas y con una capacidad máxima de 7,5 hectómetros cúbicos.
El embalse está ubicado en la cuenca del Turia y el agua aliviada durante la jornada del día 29 y 30 contribuyó a elevar también el nivel del río Turia hasta su desembocadura a través del cauce nuevo en la ciudad de Valencia.
En la última visita a la presa realizada este mes de diciembre por parte del vicepresidente segundo y conseller para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols, destacaba que estas obras marcan “un nuevo avance” en la recuperación de las infraestructuras hidráulicas dañadas por la riada.
Desembalse seguro
El número tres del Gobierno valenciano ha asegurado en las últimas horas que se están estudiando distintas opciones para gestionar potenciales avenidas, similares a la última riada, que permitieran un desembalse seguro. El Plan de Emergencia de la presa estará destinado a asegurar la coordinación de todos los recursos humanos y técnicos ante una potencial nueva catástrofe, afirma.
El conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, también subraya que el proyecto, que fue adjudicado el pasado 12 de noviembre, “avanza a buen ritmo con el objetivo de garantizar la seguridad del embalse" y destaca que la inversión del Gobierno valenciano “es la más alta que se ha llevado a cabo en los últimos años en el mantenimiento de la presa”.
