Comunidad Valenciana

Uno de cada cuatro valencianos afronta la campaña sin su voto decidido

Ximo Puig se lanza a por el voto en clave local, mientras que Carlos Mazón eleva el perfil de la campaña al ámbito nacional para captar a esa bolsa de papeletas que puede resultar determinante

  • Pedro Sánchez con Ximo Puig en un mitin celebrado en Castellón -

La campaña electoral que comenzó anoche puede ser más decisiva que las últimas convocatorias al haber un 27% de valencianos indecisos sobre el sentido de su voto. La encuesta del CIS –que en este parámetro, a diferencia de los de intención de voto, sí coincide con otras publicadas por empresas privadas– sitúa a un 20,9% de los electores que aseguran que no saben todavía a qué formación votarán, mientras un 4,1% no contesta y un 2,1% no votaría el próximo 28-M.

Las dos semanas de petición de voto pueden determinar la decisión final de los valencianos que, además tendrán debates con los candidatos en la radiotelevisión pública y en empresas de comunicación privada para poder confrontar los programas.

Campaña centrada en Valencia

En la campaña que comenzó anoche todos los partidos políticos con opciones de obtener representación en las Cortes Valencianas abrieron el fuego de la campaña en Valencia, a excepción de Compromís que se decidió por empezar en Alicante (donde todo apunta a que tiene un escaño en juego con el PP).

La fotografía de indecisos no varía mucho respecto a 2019, en la que representaban el 25,3% del total de electores en la Comunidad Valenciana. Ahora bien, el próximo 28-M es muy probable que el hemiciclo del parlamento valenciano pase de tener seis partidos a cuatro o cinco, si finalmente Podemos supera la barrera del 5%, con la que coquetea desde hace meses por lo que los indecisos pueden ser más determinantes.

Más dudas en PSOE y Podemos

La bolsa de votantes que menos está exhibiendo el voto en esta ocasión es la situada en el espectro ideológico del PSOE, ya que en torno al 30% no tendría aún decidido qué van a hacer, mientras que en Podemos sería más del 35% el número de votantes que optaron por la formación morada en 2019 y que ahora aún no habría decidido el sentido de su voto.

Entre ambos tendrían unos 275.000 votantes que no manifiestan su decisión final. Ciudadanos también aportaría a esa bolsa unos 60.000 electores que hace cuatro años le prestaron su confianza y ahora meditan si depositar la confianza en otro partido o engrosar las filas de la abstención.

PP y Vox tienen en esta cita un mayor grado de fidelidad y serían unos 150.000 votantes entre ambas formaciones los que aún no tienen claro el sentido de su voto el próximo 28-M.

Entre este número de ciudadanos que superan el medio millón hay también una importante parte de los 186.000 nuevos votantes que dentro de dos semanas tienen la oportunidad de emitir su voto por primera vez.

Unir a Puig con Sánchez

La campaña en estas dos semanas va a pivotar sobre la conquista de ese voto indeciso y que cada partido afronta de manera diferente. Las fuentes consultadas por Vozpópuli en el equipo de campaña del PSOE –que persigue que Ximo Puig sea presidente de la Generalitat por tercera vez– afirman que el candidato socialista vara seguir acentuando su presencia en el ámbito local y tratar de arrastrar el voto municipal hacia el proyecto autonómico.

El gran reto de los socialistas es que, aunque parece cada vez más factible que pasen de primera fuerza a segunda en número de votos, puedan volver a gobernar con las alianzas a su izquierda.

El candidato del PP, Carlos Mazón, lleva una estrategia diferente y une inexorablemente la campaña para acceder a la Generalitat con una especie de 'referéndum' a las políticas del PSOE a nivel nacional, con Pedro Sánchez como principal objetivo. Unir a Sánchez y a Puig en la mente de los votantes será su principal esfuerzo en estas dos semanas, según aseguran fuentes del partido.

Para el PP es imperativo ser primera fuerza pero, sobre todo, gobernar después de ocho años de travesía por el desierto. La advertencia del presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, de que "el PP es un partido de gobierno" pesa mucho y Mazón sabe que tiene una única bala en su objetivo de presidir la Generalitat.

El foco puesto en Podemos

Podemos, mientras, está en la posición más difícil, ya que su candidato, Héctor Illueca, tiene un notable reto para superar la barrera electoral del 5%, aunque en la formación morada confían en que ésta se pueda superar y alcanzar una cifra que estiman que se situará en el entorno del 6,5%. El 'tirón' de Yolanda Díaz puede resultar clave para que consigan ese objetivo.

Es la clave de la campaña y los 5-6 diputados que pueden aportar a la alianza de izquierdas pueden resultar determinantes en unos pronósticos que se antojan, como en otras cinco autonomías, de 'foto finish'.

En Compromís afirman que están tranquilos por la 'fidelidad' de sus votantes en el mundo local y que eso se trasladará a la candidatura autonómica que encabeza Joan Baldoví. Pese al desplome inicial que supuso el adiós traumático de Mónica Oltra, los nacionalistas parecen haber aguantado bien la última parte de la precampaña y encaran la campaña con posibilidades de acercarse a los números de 2019.

El tradicional hermetismo de Vox no le ha impedido esta vez asegurar a este medio que su suelo electoral es muy estable con independencia de que en esta ocasión las elecciones no sean de ámbito nacional que es donde mejor funcionan. El esfuerzo del proyecto que encabeza Carlos Flores se ha centrado en cubrir más municipios y tener listas que cubren casi el 90% de la población de la Comunidad Valenciana.

A la cola en las expectativas se sitúa Ciudadanos con muy pocas posibilidades de superar el 5%. Pese a todo, el equipo de la candidata a la Generalitat, Mamen Peris, confía en que la campaña les otorgue un espacio que les permita ser bisagra y condicionar el futuro Gobierno valenciano.

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