La inquietud por los problemas políticos en general y el Gobierno y los partidos en particular se ha incrementado en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de diciembre, cuyo trabajo de campo se realizó coincidiendo la reforma del Código Penal que elimina el delito de sedición y retoca el de malversación, con el ambiente de crispación vivido en el hemiciclo del Congreso, con la polémica por la revisión de condenas a la baja de agresores sexuales en aplicación de la conocida como ley del 'sólo sí es sí'.
Los problemas económicos y el paro siguen a la cabeza de la lista de preocupaciones nacionales. Los primeros cierran el año con un 39,1% (frente al 34,5% con el que empezaron 2022), mientras que el desempleo, que lo arrancó con un 32,2% en enero ha caído hasta el 28%.
Pero lo que destaca en el barómetro de diciembre es la subida de todos los indicadores relativos al comportamiento de la clase política.
Tres veces salen los políticos en el 'Top 10'
Así, las alusiones a los problemas políticos escalan un puesto y se colocan en la tercera plaza con un 23,2%, frente al 19,4% de noviembre. Es el porcentaje más alto no sólo de este año, sino desde principios de 2020, cuando el CIS subdividió en varias categorías las respuestas de los entrevistados que mencionan a los políticos cuando se les pregunta sobre los problemas de España.
Hasta hace dos años se venían utilizando sólo dos epígrafes, el de 'clase política' y el de 'Gobierno y partidos concretos', pero enero de 2020 el organismo que preside José Félix Tezanos suprimió el primero de ellos. En diciembre de 2019, tras la repetición de las generales de aquel año, la 'clase política' se había convertido en el segundo problema del país con un récord de menciones del 49,5%.
El CIS mantuvo la categoría de 'Gobierno y partidos' -que rara vez superaba el 5% en los barómetros- pero introdujo otras tres: 'problemas políticos en general', el 'mal comportamiento de los políticos' y 'lo que hacen los políticos', de manera que los porcentajes que antes se repartían en dos categorías empezaron a diluirse en cuatro.
Paulatinamente desde entonces, se han ido incrementado todos esos porcentajes en los barómetros mensuales. Ahora "los problemas políticos", que empezaron este año con un 14,6%, en la sexta posición, están la tercera plaza con un 23,2%.
Desigualdad y pobreza
También suben en la lista de preocupaciones nacionales, en este caso del sexto al quinto puesto, los que mencionan el mal comportamiento de la clase política, que llegan al 14,8%. Y lo mismo sucede con las alusiones al Gobierno y los partidos que, suben del 8,8% al 12% en diciembre, y con 'lo que hacen los partidos' que pasan el 4,9% al 6,1%.
Entre las alusiones a los políticos, como cuarta preocupación nacional figura en diciembre la sanidad que, con un 15% cae casi diez puntos respecto a noviembre, cuando marcó récord histórico coincidiendo con el inicio de la huelga de los profesionales de urgencias en Madrid, a los que luego se han sumado los sanitarios de Atención Primaria.
Los problemas relacionados con la calidad del empleo se anotan un 8,4% de menciones, colocándose como séptimo problema, el octavo son las "desigualdades y la pobreza" 8,1%, empatadas con la educación, el noveno, los problemas sociales (7,3%) y el décimo, el cambio climático (7,2%).
Nacionalismos e independencia
Ya muy alejados figuran el Covid (2,6%, en la vigésimo segunda posición) y la violencia de género (que en diciembre sube casi un punto, hasta el 1,5%). Coincidiendo con la supresión del delito de sedición también crecen algo quienes ven como un problema los nacionalismos (pasan el 1,4 al 1,6%) y la independencia de Cataluña, que sube cuatro décimas, hasta el 0,9%.
La lista de problemas personales la sigue liderando la crisis económica (40,7%), seguida de la sanidad (20,8%), el paro (14,9%), la calidad del empleo (11,8%), la situación personal (9,7%) y los problemas políticos (8,4%).
La situación económica es mala o muy mala para el 68,3% de la muestra, frente a un 20,4% que la juzga buena o muy buena. Cuando se pregunta por las finanzas personales, el 66,1% se muestra satisfecho, pero hay un 20,7% que confiesa que no pasa por un buen momento.